9 de diciembre 2013 - 21:02

Convocan una mesa de diálogo en Ucrania para amainar la crisis

Manifestantes denunciaron represión de la Policía ucraniana
Manifestantes denunciaron represión de la Policía ucraniana
El presidente de Ucrania, Víctor Yanukovich, apoyó la realización de una mesa redonda entre el gobierno y la oposición para solucionar la crisis desatada con las multitudinarias protestas que estallaron el pasado 21 de noviembre por la negativa a ingresar a la Unión Europea.

"En su opinión, esa mesa redonda puede ser una plataforma para el entendimiento", informó la presidencia ucraniana en un comunicado en su página web divulgado por la agencia EFE.

La propuesta la presentó el primer jefe de Estado de la Ucrania independiente, Leonid Kravchuk, de quien también partió la iniciativa de celebrar una reunión entre los cuatro presidentes que tuvo el país tras separarse de la ex Unión Soviética para abordar la situación.

Yanukovich, quien llegó al poder en 2010, confía en que la mesa redonda sirva para encontrar "una solución" a las protestas, cuyo detonante fue la renuncia de Kiev a firmar a finales de noviembre un Acuerdo de Asociación con la Unión Europea (UE).

La oposición demandó el fin de semana como condición para el diálogo la dimisión del gobierno, la liberación de los manifestantes detenidos y el castigo de los que ordenaron la represión violenta de las manifestaciones pacíficas.

Tras el cumplimiento de esas condiciones, la oposición estaría dispuesta a sentarse en la mesa de negociaciones con las autoridades para formar un gobierno técnico que se encargaría de negociar la asociación con la UE.

Ese gobierno provisional debería además convocar a elecciones presidenciales y parlamentarias anticipadas, una vez reformada la Constitución.


Recientemente, los tres anteriores presidentes de Ucrania -Kravchuk, Leonid Kuchma y Víctor Yuschenko- expresaron en una carta abierta su apoyo a las protestas populares.

El viernes pasado el primer ministro ucraniano, Nikolai Azarov, se mostró dispuesto a dialogar con la oposición, pero con la condición de que sus activistas desalojen los edificios tomados y dejen de bloquear el trabajo de las instituciones públicas.

La oposición tomó el pasado 1 de diciembre el Ayuntamiento y la Casa de los Sindicatos. Además bloquea las labores del gobierno, la Rada Suprema (Poder Legislativo) y la Administración Presidencial.

La oposición ucraniana anunció que se prepara para defenderse ante un posible asalto policial y llamó a sus activistas a acudir a la Plaza de la Independencia ante el creciente despliegue de efectivos antidisturbios.

Paralelamente, varios camiones y autobuses con efectivos policiales fueron desplegados coincidiendo con el fin del plazo que se les dio a los manifestantes para desalojar los edificios tomados.

Según la agencia de noticias ANSA, la policía ucraniana ya comenzó a desmantelar algunas de las barricadas levantadas por los manifestantes en los últimos días en las nevadas calles de Kiev de los alrededores de la sede presidencial.

Ante la primera ofensiva de la policía, el líder opositor de la Alianza Democrática Ucraniana para la Reforma (UDAR), Vitali Klitschko, llamó a los manifestantes a "permanecer" en los campamentos y "hacer todo lo posible para impedir que la policía cargue contra una manifestación pacífica".

En tanto, el partido Patria de la líder opositora, actualmente en prisión, Julia Timoshenko, denunció que las fuerzas especiales de la policía ucraniana allanaron la sede partidaria de Kiev, forzando las puertas de ingreso y destruyendo las computadoras.

La denuncia fue presentada por Natalia Lisova, vocera de Timoshenko, pero luego fue desmentida por la policía que aseguró que no efectuó operación alguna en la sede partidaria.

Además, horas antes, la policía ucraniana había evacuado tres estaciones de subte en el centro de Kiev tras recibir una denuncia de la colocación de una bomba, según informó la oficina de prensa del servicio de la capital ucraniana.

Las tres estaciones se encuentran junto a la Plaza de la Independencia de Kiev, convertida en el cuartel general de la oposición que desde hace casi tres semanas protesta por la decisión del gobierno de renunciar temporalmente a la asociación con la UE.

Los trenes circulan sin detenerse en esas estaciones, que permanecen cerradas el público, mientras expertos de la policía revisan sus pasillos y dependencias en busca de un artefacto explosivo.

Las barricadas en el centro de Kiev y la nieve paralizaron prácticamente el tráfico en la capital ucraniana, lo que tornó aún más complicado movilizarse por la ciudad.

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