Delación de Odebrecht involucra a los últimos cinco presidentes electos de Brasil y amenaza a la casta política
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José Sarney, Fernando Collor de Mello, Hernique Cardoso, Lula da Silva y Dilma Rousseff.
Esta parte de la Operación Lava Jato exhibe, también, la sórdida batalla entre los poderes del Estado: el Ministerio Público y el Poder Judicial contra el Congreso.
El equipo del Lava Jato presentó al Congreso un proyecto con 10 medidas contra la corrupción, pero las denuncias de que hay un estado de excepción en los procedimientos hicieron que parte del Congreso respondiera con un proyecto que prevé aumentar las penas por abuso de autoridad a jueces, fiscales y comisarios.
La divulgación de las investigaciones abiertas por orden del juez Edson Fachin, del Supremo Tribunal Federal (STF), podrán tener consecuencias más rápidas contra Lula, ya que como no tiene fueros el caso estará en manos del juez Moro, quien ya lo está juzgando en otros dos procesos.
Si Lula es condenado y su sentencia ratificada en segunda instancia, no podrá presentarse a elecciones. Por eso el líder del PT, favorito en las encuestas, se apuró a anunciar ayer que su intención era ser candidato.
Fue una declaración dada horas antes de la divulgación de la apertura de investigación contra ocho ministros de Temer, 12 gobernadores, 78 legisladores y cuatro ex presidentes.
Moro divulgó el vídeo de Odebrecht declarando la semana pasada ante el, en el cual dice que sobornaba al Partido de los Trabajadores vía Antonio Palocci, ex ministro de Economía hoy preso, y que había reservado dinero en cuentas ilegales para mantener el Instituto Lula una vez que el ex sindicalista saliera de la presidencia y dejara su lugar a Dilma Rousseff, destituida en 2016.
Aclaró, Marcelo Bahía Odebrecht, en tanto, que nunca habló con Lula sobre estas cuestiones y que nadie sabía de estos planes, que eran unilaterales.
Temer aparece en un pedido de investigación por pedirle supuestos sobornos a Odebrecht para su partido, el PMDB, pero sólo podrá ser juzgado una vez terminado su mandato, el 31 de diciembre de 2018.
Hasta el ex presidente Fernando Henrique Cardoso y toda la primera línea del PSDB serán investigados: destacable es que el ex presidente "tucano" no deberá ser sometido a Moro sino a un juez que será sorteado en San Pablo.
El caso Petrobras, surgido en 2014 por un arreglo de coimas de contratos, reveló una trama de décadas de financiación ilegal de la política.
Varias otras empresas se comportaron tradicionalmente de esta forma, pero la extensión internacional del sistema de corrupción instalado por Odebrecht no sólo ha puesto de rodillas a la llamada burguesía nacional brasileña sino a todas las opciones que pueda ofrecer la política.
Un Berlusconi, una figura antipolítica como la que surgió en Italia de las cenizas del Mani Pulite a inicios de los noventa, es una de las cartas que hoy, en Brasil, alguien está guardando en la manga.
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