El asesor de seguridad del nuevo gobierno de Washington, James Jones, reconoció que su país y la comunidad cometieron errores en su política hacia Afganistán.
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En el discurso pronunciado en la edición número 45 de la Conferencia de Seguridad de Munich, Jones subrayó que tanto la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) como el conjunto de la comunidad internacional detectaron demasiado tarde la dimensión de los problemas en la región e impulsaron con retraso el desarrollo del cuerpo policial y del sistema judicial.
"Nos concentramos demasiado en la construcción militar", admitió ante los presentes en la Conferencia de Múnich, que reúne a más de 300 políticos y expertos en seguridad procedentes de más de 50 países.
"La lucha contra el cultivo de drogas es insuficiente y la coordinación internacional de la misión en Afganistán deficiente", añadió para agregar, en ese sentido, que Occidente tiene que desarrollar ahora una nueva estrategia a largo plazo en el país asiático.
"Afganistán no es sólo un problema estadounidense, es un problema internacional", recalcó.
En su opinión, ahora se trata, de "combatir los problemas actuales y crear estructuras y capacidades duraderas que en el futuro protejan nuestros pueblos y nuestros intereses".
En ese sentido, Jones subrayó la petición del nuevo presidente estadounidense, Barack Obama, de que se propongan nuevas estrategias para Afganistán.
"Escucharemos muy atentamente", aseguró. "Queremos buscar una cooperación más intensiva con nuestros amigos extranjeros".
"No hay duda de que la tarea más importante de la OTAN y de las instituciones internacionales en Afganistán para lograr un final feliz, es enorme", reconoció.
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