Guerra Israel-Irán: cuál es el origen de la rivalidad y hasta dónde puede llegar el conflicto

Ambas naciones continúan agravando su relación y el enfrentamiento escala a pasos agigantados dejando un sinfín de destrozos y pérdidas humanas.

El conflicto entre Irán e Israel no se detiene

EFE

Lo que comenzó como una tensión latente entre dos antiguos enemigos escaló en las últimas horas a un conflicto de grandes proporciones entre Israel e Irán.

El gobierno de Estados Unidos confirmó que participó en una ofensiva militar conjunta con Israel dirigida contra tres instalaciones nucleares iraníes, marcando un punto de inflexión en una rivalidad regional que lleva décadas gestándose. El ataque, llevado a cabo el sábado, ocurre en el marco de la llamada Operación León Naciente, lanzada por Israel el 13 de junio con el objetivo explícito de desmantelar la infraestructura atómica de Irán.

Washington, alineado con la estrategia de Tel Aviv, justificó su acción señalando que el régimen iraní representa una amenaza inminente no solo para Israel, sino para la estabilidad global. Según declaraciones del presidente Donald Trump, la operación tuvo como meta “destruir por completo la capacidad de enriquecimiento de uranio de Irán”, refiriéndose al país persa como “el principal patrocinador estatal del terrorismo en el mundo”.

En respuesta, el gobierno iraní condenó lo que considera una violación flagrante del derecho internacional. El canciller Abbas Araghchi afirmó que los bombardeos constituyen una “grave transgresión” a la Carta de las Naciones Unidas y al Tratado de No Proliferación Nuclear. “Estos actos tendrán consecuencias duraderas”, advirtió, dejando claro que Irán se reserva el derecho de responder “en defensa de su soberanía y su pueblo”.

Conflicto entre Israel e Irán: cuál es el origen de la rivalidad

Esta escalada representa el episodio más reciente de una enemistad con profundas raíces ideológicas y estratégicas. Desde el triunfo de la Revolución Islámica en 1979, Irán e Israel han sido antagonistas irreconciliables. Si bien en décadas pasadas sus vínculos fueron incluso cooperativos, el nuevo régimen teocrático instaurado por el ayatolá Ruhollah Jomeini rompió relaciones con el Estado judío, posicionándose como un férreo defensor de la causa palestina y enemigo declarado de la influencia estadounidense e israelí en la región.

A lo largo de los años, esta rivalidad se ha manifestado en ataques encubiertos, asesinatos de científicos nucleares, ciberataques y operaciones militares indirectas a través de actores no estatales como Hezbolá y Hamas. Sin embargo, desde los ataques del 7 de octubre de 2023 perpetrados por Hamas contra Israel, seguidos por la devastadora ofensiva israelí en Gaza, las hostilidades entre Irán e Israel han adquirido una dimensión mucho más directa.

A lo largo de los años, esta rivalidad se ha manifestado en ataques encubiertos, asesinatos de científicos nucleares, ciberataques y operaciones militares indirectas a través de actores no estatales como Hezbolá y Hamas.

CNN

Por primera vez en décadas, ambos países han intercambiado ataques abiertos en sus respectivos territorios. A principios de 2024, Irán lanzó una ofensiva con misiles y drones contra territorio israelí en represalia por un ataque contra su consulado en Damasco. Israel respondió con una incursión aérea sobre suelo iraní semanas después. Aunque en ese momento ambas potencias evitaron una guerra total, la situación se volvió más crítica tras la ofensiva israelí de junio y la posterior adhesión de Estados Unidos al conflicto.

El contexto geopolítico es especialmente tenso. Irán ha construido en las últimas décadas una red de aliados armados –conocida como el “eje de la resistencia”– que incluye a grupos como Hezbolá en Líbano, Hamas en Gaza y los hutíes en Yemen. Israel, por su parte, ha intensificado sus esfuerzos por frenar el avance iraní, tanto mediante acciones militares como a través de sabotajes y operaciones de inteligencia. En este escenario, la posibilidad de una confrontación a gran escala ya no parece remota.

Desde organismos internacionales se alzaron voces de preocupación. El secretario general de la ONU, António Guterres, describió el ataque como una “escalada extremadamente peligrosa” y apeló a la necesidad urgente de retomar el camino diplomático. “La región no puede permitirse una guerra total. Solo la paz traerá seguridad”, sentenció.

El ataque a Fordo, Natanz e Isfahán —tres de los pilares del programa nuclear iraní— fue calificado por Trump como un “éxito total”, mientras Netanyahu lo celebró como un “punto de inflexión histórico”. Pero para Irán, se trata de un acto de agresión que no quedará sin respuesta.

Mientras tanto, Estados Unidos inició la evacuación de ciudadanos desde Israel como medida preventiva ante el posible agravamiento del conflicto. Aunque las instalaciones nucleares atacadas no habrían liberado radiación, según informes iniciales del OIEA, el verdadero riesgo radica ahora en el plano político y militar: Medio Oriente se enfrenta a una de sus mayores crisis en décadas, con consecuencias que aún están por escribirse.