28 de octubre 2017 - 09:33

La vice de Rajoy se puso a la cabeza del gobierno catalán

La vice de Rajoy se puso a la cabeza del gobierno catalán
La vicepresidenta del gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, asumió todas las competencias de la presidencia de Cataluña tras la destitución fulminante de Carles Puigdemont, después de que el parlamento catalán declaró la independencia de esta norteña región de España.

Todavía existe una gran incertidumbre respecto a si el gobierno catalán acata estas decisiones o no, ya que, según algunas fuentes citadas por la prensa española, Puigdemont habría dado órdenes de ceder sin resistencia, mientras otras fuentes aseguran que no se da por destituido y reunirá hoy mismo a su gabinete en el Palacio de la Generalitat.

Tras el cese de Puigdemont y todos los miembros de su gobierno, la vicepresidenta tendrá un papel clave en la aplicación de las medidas de intervención en Cataluña en un momento de máxima tensión en el que existe el riesgo de que los dirigentes independentistas se resistan a dejar sus cargos.

La destitución del Ejecutivo regional se hizo efectiva esta madrugada con la publicación del Boletín Oficial del Estado (BOE), donde se detalla que el Jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, asume todas las competencias del presidente de la Generalitat, pero las delega en su "número dos", quien además ejercerá las funciones que correspondían al vicepresidente catalán Oriol Junqueras.

En el BOE se detalla que los ministros del gobierno de Rajoy se harán cargo de las 11 consejerías autonómicas, cuyos responsables son destituidos.

El objetivo de la acción del gobierno español es "ejercer las actuaciones necesarias para garantizar que la Administración y el conjunto de la Generalitat restaure y actúe conforme al Orden constitucional y legal vigente, asegurando la neutralidad institucional", dice el decreto.

También se destituyó al jefe de los Mossos d' Esquadra (policía catalana), el mayor Josep Lluis Trapero, quien está imputado por sedición en relación con el referéndum de secesión celebrado el 1 de octubre bajo prohibición, y quien presuntamente tuvo un rol estratégico en el despliegue de los planes del gobierno independentista.

Trapero fue destituido por orden del ministro del Interior español, Juan Ignacio Zoido, quien asumió las competencias de esta área en Cataluña.
"Asumimos las competencias de Interior en Cataluña para velar por la legalidad. Sustituimos al mayor Trapero por su situación judicial", escribió en su cuenta de Twiter el ministro Zoido.

Tras la decisión, la policía catalana publicó un tuit en el que asegura que "proteger y garantizar la seguridad de las personas es nuestra prioridad. Continuamos trabajando con normalidad".

Uno de los principales problemas que planteaba la intervención de Cataluña por parte del Ejecutivo español era precisamente el control directo de la policía autonómica catalana, un cuerpo de seguridad que quedó en el foco del conflicto de secesión tras su aparente inacción durante la votación del 1 de octubre, lo que llevó a una intervención violenta de la Policía Nacional y la Guardia Civil española contra los votantes.

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