Funcionarios y fuerzas de seguridad de todo el mundo respiraron tranquilos ayer, primer día de 2003, después de que estrictas medidas de seguridad previnieron incidentes de envergadura en los principales actos de celebración del Año Nuevo. Con excepción de Filipinas -donde una granada mató a 10 personas en un área de actividad islamita-no se produjo ningún indicio de terrorismo. Temerosas, las autoridades impidieron los festejos populares en Londres, pero éstos se desarrollaron con normalidad en otras grandes ciudades.
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En las fotos, las celebraciones en la Plaza Roja de Moscú, en Times Square de Nueva York y en Atenas. En la segunda, alrededor de un millón de personas fue registrado por policías equipados con detectores de metal. Informate más
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