Millones de personas se volcaron a las calles en todo Brasil para celebrar la victoria del presidente electo Luiz Inácio "Lula" da Silva, quien superó en la segunda instancia de las presidenciales a Jair Mesías Bolsonaro y volverá a gobernar luego de más de 11 años. En paralelo, seguidores del actual mandatario se lamentaron por la derrota.
Así se vivió el triunfo de Lula en Brasil: del festejo petista al llanto bolsonarista
Los votantes del PT inundaron las calles de San Pablo, Río de Janeiro y Salvador de Bahía, entre otras, para celebrar la victoria del exmandatario. Del lado bolsonarista, los fanáticos pasaron del rezo al llano.
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Miles de votantes del PT en Brasilia festejan el triunfo de Lula.
La avenida principal de San Pablo, la ciudad más populosa de Brasil, se colmó de votantes del Partido de los Trabajadores (PT) para festejar la elección del exlíder metalúrgico, quien volverá al Palacio del Planalto por tercera vez en su vida, luego de sus mandatos entre 2003 y 2011.
Banderas del Partido de los Trabajadores y otras de Brasil flameaban en la Avenida Paulista, cerca de un hotel donde Lula pronunció su primer discurso tras la victoria por 50,9% contra 49,1% ante el ultraderechista.
El estallido de júbilo en la emblemática avenida Paulista de Sao Paulo, donde se reunieron miles de votantes de Lula, fue inmediato.
"Brasil está volviendo a los carriles tras cuatro años de oscuridad, la población estaba sintiendo miedo y pasando muchos problemas", dijo a la AFP Larissa Meneses, de 34 años.
Lula, que gobernó Brasil de 2003 a 2010, cuenta con el apoyo de los más pobres y de quienes se resintieron de las políticas y exabruptos de Bolsonaro, como los jóvenes, las mujeres y las minorías.
Prometió "arreglar el país" impactado todavía por la crisis de la pandemia y sus 688.000 muertos.
“Estoy aquí para gobernar este país en una situación muy difícil, pero con la ayuda del pueblo vamos a encontrar una salida para que el país vuelva a vivir democráticamente”, afirmó el líder del Partido de los Trabajadores (PT) desde un hotel de la ciudad de San Pablo.
La ciudad de Salvador de Bahía, sede de todos los festejos del Partido de los Trabajadores, también se vistió de rojo con la algarabía de miles de personas que salieron a manifestar su alegría por la victoria de Lula. La capital del estado de Bahía es la cabecera nacional que más votos dio a quien será por tercera vez presidente de Brasil: 71 por ciento.
Lo mismo ocurrió en Río de Janeiro, donde miles de votantes del PT inundaron las calles para festejar el retorno del líder petista.
De festejos a lágrimas y rezos
De los fuegos artificiales y la música funk a las lágrimas en los ojos y el pedido de oración: así cambió el clima que se vivía entre seguidores del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que se reunieron en la tarde de hoy en Barra da Tijuca, Río de Janeiro, la cuna política del excapitán del Ejército, mientras avanzaba el recuento del balotaje y le daba ventaja al líder opositor Luiz Inácio Lula da Silva.
En un primer momento, mientras los resultados que iba actualizando el tribunal electoral mostraban a Bolsonaro en la delantera, el ambiente en uno de los barrios más privilegiados de Río de Janeiro era de festejo.
Fuegos artificiales, cervezas en las manos y música por altoparlantes de un pequeño camión con una pantalla gigante detrás se veían sobre la avenida Atlántica, la única que separa los condominios y edificios de lujo del mar.
En torno a las 18.45, Lula pasó al frente con el 50,01 % de los votos frente al 49,99 % de Bolsonaro y el 67% de votos escrutados y la atmósfera cambió. Desde el camión, quien animaba la convocatoria pidió que todos se tomarán de las manos y dijeran "va a salir bien".
También se tranquilizaban con frases como "ya terminó el recuento en el nordeste", región con mayoría a favor del Partido de los Trabajadores (PT), como insinuando que el espacio de Lula ya no podía aumentar su caudal de votos.
Los seguidores insistían con la idea de "fraude" antes de ver consolidada la tendencia. Con lágrimas en los ojos escuchaban los mensajes de consuelo.
"Hay que esperar a ver qué dice el Presidente, si quiere que salgamos a la calle o no", dijo a Télam Alexis Luiz, de 46 años, luego de arrodillarse.
Su amigo no dijo su nombre, pero dijo que estaba seguro de que puede haber fraude.
La bandera brasileña y sus colores inundaron el barrio, donde muchos seguían el recuento de votos con bebidas en una mano y sus celulares en la otra.
La narrativa sostenida por el mandatario a lo largo de la campaña de que existe posibilidad de alterar el resultado electoral ha sido repetida por sus seguidores, como el analista en sistema Marcio Bruno, de 51 años, que comentó a Télam que "todo lo que es digital tiene posibilidad de ser alterado, así que puede haber fraude".
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