La Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN) de Brasil envió al Congreso un informe que afirma que el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva había sido avisado de la posibilidad de ataques violentos dos días antes del asalto a las sedes de los tres poderes en la Explanada de los Ministerios y el intento de golpe de Estado, el 8 de enero.
Intento de golpe en Brasil: Inteligencia asegura haber alertado al Gobierno de Lula sobre los ataques
Así lo expresó en un alto funcionario de la agencia de inteligencia en un informe enviado al Congreso. La alerta emitida por la ABIN fue enviada a medio centenar de organismos estatales, entre ellos los ministerios de Defensa, Casa Civil y Justicia.
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La manifestación de bolsonaristas en Brasilia culminó con la invasión al Congreso, al Tribunal Supremo y al Palacio del Planalto.
En el documento, ABIN detallaba que se habían registrado varias convocatorias en diversos estados con el fin de concurrir todas ellas en Brasilia y en las que participarían "manifestantes con acceso a armas" y cuya "intención manifiesta" sería la de invadir el Congreso, detalla el sitio de Globo y recoge la agencia Europa Press.
"Otros edificios en la Explanada de los Ministerios podrían ser objetivo de acciones violentas", ahonda el informe, que lleva la firma del general en reserva Marco Gonçalves Dias, entonces jefe del Gabinete de Seguridad (GSI), del que depende la ABIN.
El texto fue enviado el pasado 20 de enero a la Comisión de Inteligencia del Congreso.
La alerta emitida por la ABIN fue hecha llegar a medio centenar de organismos estatales, entre ellos los ministerios de Defensa, Casa Civil y Justicia, en contraste con las declaraciones del presidente Lula, quien reprocho a los servicios de Inteligencia no haber prevenido los ataques.
Críticas de Lula a la inteligencia brasileña
"Tenemos Inteligencia en el GSI, de la ABIN, del Ejército, de la Marina, de la Aviación? ¿De verdad que ninguna pudo avisar al presidente de la república lo que podía haber pasado?", se preguntó Lula en una entrevista con Globo.
Las nuevas revelaciones afianzan las intenciones de algunos en el Congreso para poner en marcha una Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) para depurar responsabilidades entre los ministros del recién estrenado gabinete de Lula.
El presidente rechazó poner en marcha una CPI porque "no va ayudar". "Ya estamos investigando; tenemos 1.300 personas presas ¿Qué podemos ganar con una CPI?", se preguntó entonces.
Según informó la Fiscalía general, 942 personas se encuentran detenidas en las cárceles de Brasilia acusadas de sedición, intento de ruptura del régimen constitucional, asociación ilícita, vandalismo y otros delitos en relación con el ataque. Otras 464 lograron la excarcelación por diversos motivos, pero siguen procesadas. Mientras tanto, persisten las críticas a los militares y a la policía por la falta de acción.
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