3 de septiembre 2014 - 23:50

Maduro había prometido un "sacudón", pero reafirmó el rumbo de la economía

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
La oposición en Venezuela criticó duramente los cambios en el gabinete que anunció el presidente, Nicolás Maduro, porque no cambian la realidad de una economía en crisis.

"Este régimen no tiene ni la capacidad técnica ni el respaldo popular ni la autoridad moral para plantearle al país las medidas indispensables para salvar a Venezuela. No van a cambiar las políticas, por lo tanto hay que cambiarlos a ellos y eso es lo que clama Venezuela", aseguró la dirigente opositora María Corina Machado, que lidera el grupo opositor "Congreso ciudadano".

Por su parte, el chavismo respaldó las medidas tomadas por el presidente para iniciar la nueva etapa de la "revolución" bolivariana.

"En el PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela) acompañamos al presidente Maduro en las decisiones para el cambio estructural del Estado", dijo a Efe el diputado Abdel el Zabayar, quien también aseguró que esta nueva estructura "fue diseñada y analizada", aunque, según dijo, "eso no quiere decir que no genere errores" y "hay que estar pendiente de cualquier situación que impida avanzar".

Maduro había anunciado un "sacudón" de su gobierno, que consistió en el cambio de varios ministros y la creación de varias vicepresidencias para favorecer al sector productivo.

Según los opositores, el relevo de Rafael Ramírez al frente de la poderosa Petróleos de Venezuela y de la política económica alejaron la posibilidad a corto plazo de reformas en el modelo estatista aquejado por la inflación, el desabastecimiento y la escasez de divisas, opinan analistas.

Ramírez, ahora canciller venezolano, había propuesto un plan de ajuste de la economía para aliviar la sobrevaluación del bolívar, reducir el déficit fiscal y contener la inflación, con medidas sensibles como el aumento de la gasolina, la más barata del mundo.

El caos económico venezolano, con una inflación superior a 60%, escasez de uno de cada cuatro productos básicos y una sequía de divisas que provocó deudas de miles de millones de dólares del país con proveedores internacionales, derribó la popularidad de Nicolás Maduro a 35%, perdiendo 15 puntos en 16 meses, según una encuesta de Datanálisis.

Los nombramientos en las carteras de Finanzas y Petróleo, con Rodolfo Marco Torres y Asdrúbal Chávez (primo del expresidente Hugo Chávez), responden a cuotas de poder para militares y la otrora familia presidencial, y no a la capacidad técnica para idear un plan de rescate económico o de formulación de política petrolera en el país con las mayores reservas de crudo del mundo.

La ausencia de medidas económicas de parte de Maduro responde a una prioridad en garantizarse gobernabilidad y apoyo en sus bases, consideró el politólogo John Magdaleno, entrevistado en el canal Globovisión.

"Maduro primero está resolviendo los problemas de gobernabilidad interna (a través del Congreso del oficialista Partido Socialista Unido y la ratificación de ministros), asegurándose un apoyo político mínimo, para pasar a abordar la economía", explica Magadaleno.

Para el analista la "obligación" de Maduro "es evitar que se produzca un desmoronamiento de su base de apoyo". Por ello, "está forzado a diluir los anuncios por los impactos sociales que podrían tener", cuando el país espera anuncios "para abordar los temas mas importantes: cómo se solucionarán la escasez y la inflación entre 70 y 80%".

Otro analista, Carlos Cercione, de Marea Socialista -una corriente del chavismo crítica del gobierno-, considera que la devaluación que proponía Ramírez conducía a una caída en el consumo "de millones de personas", más con la "caída en el salario" durante el último año.

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