Más pompa para Luis XIV: consagran superpoderes a Chávez en plaza pública
Algunos creen que la mejor manera de disimular un error es exagerarlo. Ese parece ser el caso de Hugo Chávez, que enfrenta un coro de críticas internas y externas por su decisión de gobernar por decreto. Imaginando que puede acallarlas, mandó al Congreso a aprobar hoy la cesión de poderes extraordinarios -sin paralelo en ninguna república que se precie de tal- ante una multitud adicta y en plaza pública. Supone (confunde) que tal acto dará legitimidad a lo ilegítimo. No sorprende, entonces, que EE.UU. eleve el tono contra su gobierno, más cuando hasta Lula da Silva y Néstor Kirchner lo advirtieron contra cualquier desborde autoritario. Según dijo ayer el Departamento de Estado, Chávez ya es una amenaza para la democracia en la región. Y, lamentablemente, él da motivos: su aliado ecuatoriano, Rafael Correa, instaló ayer la política de las turbas, cuando una multitud de manifestantes oficialistas asaltó el Congreso para arrancarle una reforma constitucional.
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George W. Bush
De acuerdo con Negroponte, Chávez «intentó exportar su populismo radical y pienso que su comportamiento amenaza las democracias en la región».
El funcionario compareció ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, que debe ratificarlo como adjunto de la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, tras su designación por el presidente George W. Bush.
«No pienso que haya sido una fuerza constructiva en América latina», añadió el hasta ahora jefe de los servicios de inteligencia norteamericanos, quien se declaró convencido de que «países como Bolivia, entre otros, se encuentran bajo influencia de Chávez».
A pesar de sus denuncias contra el presidente venezolano, Negroponte reconoció que «de manera general, la democracia se porta bastante bien en América latina».
En el último tiempo, Chávez ha radicalizado su retórica antinorteamericana y reforzado sus ataques personales a Bush. Además, se ha acercado a Irán y Siria, países enfrentados con EE.UU.
En el plano interno, prometió implantar el socialismo en su país, anunció estatizaciones masivas, decidió cancelar la licencia a la emisora de TV privada más antigua de Venezuela, pidió poderes totales al Congreso y anunció que instaurará la reelección indefinida.
Las declaraciones de Negroponte se conocieron poco antes que las de McCormack. Este recordó que Estados Unidos ya ha expresado sus temores sobre una presunta «conducta desestabilizadora» del gobierno de Chávez en la región y se refirió a las presuntas intenciones venezolanas de adquirir sistemas de misiles tierra-aire para defender objetivos estratégicos en el país, tales como refinerías y puentes.
«Voy a hablar con nuestros expertos para ver si (la presunta compra) llenará un vacío evidente» en las fuerzas militares venezolanas, dijo el portavoz cuando se lo consultó sobre la versión.
En cuanto a la concesión de poderes especiales para Chávez de parte del Congreso venezolano, incluyendo la cuestión de las nacionalizaciones de empresas privadas, McCormack dijo que se trata de «una decisión de los legisladores y del presidente».
De todas maneras, el voceroadvirtió que el plan de nacionalizaciones presentado por Chávez, que afecta a compañías norteamericanas, «es un camino que realmente no lleva a resultados económicos positivos» y señaló que su gobierno espera que el eventual traspaso al Estado de firmas privadas extranjeras se haga a través de una «compensación justa a precio de mercado» y de manera «acorde con las regulaciones internacionales».
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