Turquía retirará a Irán, Rusia, Grecia e Irak de la lista de naciones consideradas amenazas para su seguridad nacional. El conocido como "Libro Rojo" o "Constitución Secreta", un documento de gran importancia durante la Guerra Fría, recoge las principales preocupaciones turcas sobre su política de seguridad.
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Sin embargo, en la práctica, la estrategia lleva años siendo revisada por la política del actual gobierno islamista moderado, que aspira a "cero problemas con los vecinos". Según la información publicada por un periódico local, el Consejo de Seguridad Nacional retirará a los cuatro estados vecinos de la lista de amenazas en la reunión que tiene prevista para octubre.
Hasta ahora, Irán, Rusia, Irak y Grecia estaban listados bajo el calificativo de "amenazas específicas", pero el nuevo documento los considerará "aliados con los que es posible la cooperación".
En el caso de Irán, del que anteriormente se subrayaba su peligro debido a su programa nuclear y a los misiles Shahab 3 (con un alcance que cubre la práctica totalidad de Turquía), ya no se le considerará una amenaza.
Desde 1979, Ankara consideró un peligro el hecho de que Irán pretendiese exportar su revolución islámica a Turquía, aunque en los últimos años las relaciones entre los gobiernos del turco Recep Tayyip Erdogan y del iraní Mahmud Ahmadineyad mejoraron considerablemente.
El ejecutivo turco se mostró partidario de una solución negociada al contencioso nuclear iraní. Aún así, el "Libro Rojo" seguirá mencionando el programa atómico de su vecino país en el contexto de la política turca que persigue un Oriente Medio libre de armas nucleares.
Sobre Grecia, un país con el que Turquía mantiene disputas territoriales en el mar Egeo, el documento de seguridad nacional subrayará la cooperación política y económica, considerando casi nula la posibilidad de que el Estado vecino utilice las desavenencias para comenzar un conflicto armado.
En tanto, se reducirá el nivel de percepción de peligro de ciertas comunidades islámicas, que tradicionalmente habían sido consideradas como amenazas al laicismo oficial de Turquía.
Esta noticia se da a conocer en el mismo momento en que Estados Unidos, desde el último mes, esta aplicando una serie de sanciones contra Teherán. Las medidas, que fueron apoyadas por la ONU y la Unión Europea, aplicaron restricciones comerciales y financieras con el objeto de que Irán decline su programa nuclear.
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