El papel de las energías renovables en la transición energética y el rol que puede ocupar Argentina en un escenario global complejo, fueron algunos de los tópicos abordados en el tercer panel del ciclo Ámbito Debate. Al respecto, disertaron Gustavo Castagnino, Director de Asuntos Corporativos y de Sustentabilidad de Genneia; y Mariana Iribarne, Gerente de Relaciones Institucionales de YPF LUZ.
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"Argentina está en un lugar privilegiado dentro de la transición energética"
El presente de las energías renovables en el país y cuál es su rol en la transición energética, fue abordado por representantes de empresas líderes en el sector en el tercer panel de Ámbito Debate.
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“Argentina es un país que está en un lugar privilegiado, dentro de la transición energética, para ir hacia una matriz más sustentable. Tenemos un ‘Vaca Muerta renovable’, solar en el norte y eólico en el sur. Y la posibilidad de aportar energía para el país, para el desarrollo de nuestras industrias y nuestra gente, y para el mundo. Estamos tomando conciencia de lo importante que es la energía para nuestro desarrollo y hay, por parte de todos los actores, este compromiso de avanzar en una agenda de esta transición. Estamos todos convencidos de esto. Y también hay un convencimiento de la complementariedad de estas energías”, señaló Iribarne.
En cuanto a la velocidad que se desarrolla esa transición, Castagnino sostuvo: “Más allá de los tiempos, que en algunos países son más rápidos que en otros, el contexto hizo que todo tuviera un nuevo análisis o una nueva mirada. Europa estaba yendo a un cierre casi total de las centrales nucleares, iba fuerte hacia las energías renovables, pero esta dependencia del gas ruso hace que repiensen dónde están parados. Y Argentina tiene la ventaja de tener una matriz energética muy variada: nuclear, renovable, gas, petróleo, hidroeléctrica. Lo que está claro que, para que el potencial pueda transformarse en una realidad concreta, para poder ir hacia un mercado exportador de energía, hay un tema de infraestructura que hay que trabajar”.
“Vaca Muerta hoy está en un proceso de generar nueva infraestructura para poder evacuar todo el gas que produce. Estamos en un proceso de transición energética clarísimo, muy fuerte. Todos sabemos que vamos a ese camino. No hay medias tintas en este sentido: estamos a mitad del rio, hay que aprovechar lo que tenemos e impulsar lo que podemos llegar a tener”, agregó Castagnino.
Sobre la posibilidad de que Argentina y la región puedan aislarse para evitar los coletazos de la coyuntura internacional, Castagnino señaló: “No es tan simple. América Latina tiene en sus países una matriz energética con el potencial de poder abastecer a los diferentes vecinos en la región. Tenemos un contexto en el cual podemos a autoabastecernos y tener un margen para exportar. Pero hay condiciones que es difícil que podamos evitar: como el precio del petróleo y los combustibles fósiles. Es difícil dejarlo afuera, aislarse de eso. Los procesos inflacionarios que están haciendo que los combustibles suban a nivel mundial, también son complejos. Muchos países desarrollados, con muchos recursos, se le está haciendo complejo mitigar esto”.
“Los planes que tiene Argentina son de exportar la energía que necesita el mundo. Tenemos que ser sustentables y aportar la energía que necesita el mundo para desarrollarse. El proyecto de GNL habla de eso. Tenemos un recurso que el mundo necesita. La visión de Argentina no es de aislarnos regionalmente, sino de captar esa oportunidad para abastecer a los países que no pueden mitigar los efectos de la guerra”, detalló Iribarne.
El rol de las renovables también puede ser clave para generar divisas. Así lo explicó Castagnino: “Cuantas más energías renovables podemos tener en Argentina, nos permite liberar energía de otras fuentes para poder exportar. Cuanto más penetración haya de la energía renovable, se puede permitir que se pueda exportar GNL, que es una necesidad enorme para el mundo. Los números que se plantean, si los proyectos que están en marcha llegan a un buen destino, podemos pasar a ser unos importantes exportadores de energía. Y ahí tenemos un beneficio de cómo está la situación internacional”.
Finalmente, Iribarne hizo mención al impacto que supuso la pandemia para el sector, que se encontraba en plena expansión cuando el Covid cambió los planes a nivel mundial: “La pandemia nos transformó a todos, a nivel personal y en la forma de operar en las empresas. Tenemos más resiliencia de lo que pensamos. A nosotros nos agarró en un momento de mucha expansión, teníamos seis proyectos en construcción. Logramos terminar dos parques eólicos muy importantes, más centrales térmicas en distintos puntos del país, durante la pandemia. Cuando arrancó la pandemia, arrancar nuevamente las obras fue muy complejo. Fue desafiante, pero una etapa de mucho crecimiento. Hoy tenemos 2.500mw de capacidad instalada: casi 1.000 megas los expandimos en pandemia”.
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