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Ramsés III, el faraón al que le hicieron la primer huelga documentada de la historia, sosteniendo una planta de cebollas
Los problemas, según nos relata Amunnakht, comenzaron durante el 29 avo año del reinado de Ramses III, mientras se preparaban las fiestas para jubileo del faraón, más precisamente en algún momento entre el 10 y el 17 de octubre del 1157 AC, en Set-Ma'at (“El lugar de la verdad”, ahora Deir el-Medina).
Por alguna razón que no está del todo claro, el salario de septiembre no llegó a tiempo y a los 18 días los trabajadores dejaron sus herramientas y al grito de “tenemos hambre” marcharon al templo mortuorio de Ramsés III y después al de Tutmosis III, donde hicieron una “sentada”.
Las autoridades no tenían la más mínima idea de cómo reaccionar, nunca en los casi 2000 años de historia de Egipto había ocurrido nada parecido. Que los trabajadores se alzaran para reclamar por su salario era simplemente una imposibilidad ya que violaba el principio del ma´at (harmonía en el Reino).
Después de un par de días la respuesta oficial fue mandarles 55 pasteles, esperando que cuando tuvieran el estómago lleno y se encontraran satisfechos, volvieran a sus hogares y a trabajar.
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El "papiro de la Huelga", redactado por el escriba Amunnakht en el 1157 AC (Museo Egizio, Turin. Cat.1880)
Pero los trabajadores querían las cebollas que les adeudaban y al día siguiente ingresaron por la puerta sur al principal depósito de granos en Tebas, el Ramesseum. Asustados, los oficiales del templo llamaron al jefe de la policía, Montumes, que ordenó a los huelguistas retirarse y volver a trabajar, pero ante su negativa, se fue dejando el asunto en manos de los sacerdotes-burócratas. Indefensos, estos terminaron cediendo, pagándole a los insurrectos lo que se les debía en granos.
Apenas volvieron a su villa los trabajadores se enteraron de que el siguiente pago en cebollas tampoco vendría, por lo que los sucesos continuaron por varios meses… pero eso es otra historia. Lo concreto es que la primer huelga que consigna la humanidad había terminado.
El Banco Central Europeo
Pasaron 3183 años desde entonces y algo aprendió la humanidad, aunque tal vez no tanto.
La semana pasada y gracias a lo que alguien definió como la “heroica intervención” de uno de sus gerentes, el Banco Central Europeo (BCE) se salvó de la vergüenza de enfrentar el segundo paro desde que lo fundaran hace 26 años (1 de junio de 1998),
A principios de junio de 2009, el BCE tuvo un enfrentamiento con el personal, cuando Jean-Claude Trichet su segundo presidente, decidió reformular el sistema de retiros y pensiones del banco. Esto derivó en una serie de “paros parciales” de 90 minutos liderados por la Organización Europea de Servicios Públicos (IPSO) que aglutinaba a 450 de los 1500 empleados de la entidad.
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Jean-Claude Trichet, enfrentó la primer huelga del Banco Central Europeo
Finalmente, cuando las manifestaciones tomaron la calle, las autoridades cedieron, se acordó y esto no pasó a más. Pero el Central Europeo había perdido el invicto.
Esto de los paros en los Bancos Centrales es un hecho bastante infrecuente. La Reserva Federal de los EEUU y el Banco de Japón nunca enfrentaron una huelga y el Banco de Inglaterra tuvo la primera en 1912 y la segunda y última en 2017.
Tal vez la explicación al por qué de tan pocas acciones gremiales sea simple: es que mientras son los responsables finales de la suba de los precios, al mismo tiempo tienen -algo que nadie más- la capacidad de imprimir los billetes con los cuales pagar los ajustes salariales de sus funcionarios.
Claro que en esto Argentina y su Banco Central (BCRA) son otra vez una excepción. El sistema bancario argentino tiene una larga historia de huelgas, arrancando con la que golpeó al Banco Provincia de Buenos Aires el 23 de abril de 1919 hace 105 años.
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Durante los primeros 23 años de su historia el BCRA estuvo libre de huelgas. Desde entonces superan la centena
Ignacio Petunchi
En un principio el Central estuvo libre de estas acciones. Desde que Ernesto Bosch le pusiera “el gancho” el 31 de mayo de 1935 hasta el 27 de enero de 1958, el Banco no sufrió ninguna medida gremial significativa. De entonces, aun dejando de lado las “huelgas generales” son innumerables los paros que ha sufrido nuestra entidad. Solo para citar algunos: junio 2004, agosto 2010, septiembre 2014, mayo 2015, abril 2016, abril 2022, febrero 2023…
A futuro quien sabe que pasará. En contra de las promesas presidenciales de cerrarlo y dolarizar apenas asumiera, si bien no hay datos oficiales, anecdóticamente el staff del BCRA que rondaba las 3,000 personas al irse el gobierno anterior, en lugar de disminuir parece haber ido en crescendo.
Volviendo a los europeos, en diciembre de 2022 las cosas volvieron a recalentarse en el BCE cuando su actual presidente, Christine Lagarde, propuso al gremio un incremento salarial de 4.07% frente a un aumento del costo de vida de 10%.
Así como al BCE se le había disparado la inflación de los precios, para entonces también se le había disparado la inflación de empleados que llegaba a los 3,500.
Mas rápida que su predecesor Largarde terminó negociando y pudo evitar el papelón de ser responsable de la segunda huelga en el BCE, pero esto no significó que sus problemas acabaran.
Todo por unas aceitunas
A mediados del mes pasado comenzaron a aparecer algunos mensajes en la intranet del BCE, quejándose de la caída en la calidad del aceite de oliva para las ensaladas que se servía en el comedor de sus oficinas en la Eurotorre y el Centro Japón en Frankfurt (parece que en el nuevo edificio en Sonnemannstrasse 20, que concentra la mayoría de los trabajadores noreuropeos la situación era otra).
En un principio las autoridades del banco sonrieron ante estos mensajes, apuntando a cierta “malacrianza” de los italianos que trabajaban en la entidad.
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La producción mundial de aceite de oliva cayó el año pasado al minimo en al menos doce años
El rumor/la realidad era que se había cambiado aceite de oliva extra virgen que siempre se había provisto, por aceite de sansa. El sansa de oliva, cuyo precio es normalmente la mitad del virgen, es el aceite que se consigue prensando el orujo y las pepitas de las aceitunas, apto para cocinar y como combustible.
La queja creció aun más cuando el personal se enteró que a pesar de la menor calidad, el Banco lo estaba pagando por encima del valor del “extra virgen”. La gerencia comenzó a culpar entonces a Armark, la empresa de catering que había contratado en diciembre. En Armark reconocieron que era cierto que se pagaba más pero que “al peso”, retrucaban que el costo de las porciones de la comida estaban dentro de los parámetros que le había fijado el Banco.
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El precio del aceite de oliva subió 60% en dólares en los últimos doce meses
Lo cierto es que en los últimos seis meses el precio internacional del aceite de oliva subió entre 50% y 60%, con el grueso en agosto cuando saltó 37%. Responsable de esto son las malas cosechas de los últimos cinco años -más que las sequias, han sido las primaveras muy frías y húmedas lo que golpearon la polinización- en los que la producción de aceitunas en España, Portugal, Italia y Grecia se redujo un 36%, lo que derivó que la producción española de aceite de oliva (el mayor productor del mundo) se desplomara 62% el año pasado.
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Argentina esta fuera del tablero de los grandes jugadores del mercado mundial de Aceite de Oliva
Mientras tanto los cruces dentro del BCE iban in crescendo: al grito de “mens sana in corpore sano” de los sureños o a la idea de que nadie podía proteger los intereses de la Comunidad si no estaba bien alimentado, los germánicos respondían que ellos no estaban para luchar por un restaurant de tres estrellas sino por los intereses de Europa (esto son extractos rales de los correos que se cruzaron).
Si bien no hubo mensajes hablando directamente de corrupción -lo que estaba implícito- mas de uno se quejó del monopolio que se le había concedido a Aramark, cuya oferta de alimentos es casi el doble de cara, menos variada y mucho menos sabrosa que la de su predecesor.
Christine Lagarde
Christine Lagarde acaba de enfrentar su segunda peor crisis interna en el Banco Central Europeo
Esta situación no hacia más que reflejar un problema que sufre el BCE desde su creación y que sus dirigentes han tratado de evitar/tapar desde siempre: la división “norte/sur” o “Báltico-Mar del Norte/Mediterráneo” entre los euroburócratas.
Temiendo que la situación se hiciese pública, al aparecer los primeros llamados a un paro, los directivos del Banco decidieron dar un paso atrás y calladamente las botellas de aceite extra virgen volvieron a aparecer la semana pasada en las mesas de los comedores.
El problema es que el precedente ya se marcó.
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