El Gordo de Navidad que se ganó una sola persona y nunca admitió convertirse en millonario

La historia de un empresario español y un premio de dudosa procedencia.

El origen y el peso del gordo navideño de 1958 continúan como uno de los enigmas de la historia económica española.

1958, España, como todos los años, miles de personas participaron de la Lotería Navideña. El premio era 210 millones de pesetas, un montón para la época de posguerra que transcurría en ese entonces.

Llegó el momento y el gordo navideño se sorteó, pero ese día no hubo festejos públicos ni confirmaciones oficiales, por el contrario hubo silencio. Esta vez una sola persona se había llevado el valor mayor y su identidad quedó oculta bajo especulaciones durante semanas.

La lotería de Navidad que ganó un gallego banquero

Con el correr de los días, trascendió que el beneficiario había sido un empresario gallego de enorme peso económico. Se trataba de Pedro Barrié de la Maza, una de las figuras más influyentes del sistema financiero y productivo del norte de España en la segunda mitad del siglo XX, aunque él jamás reconoció públicamente haber cobrado el premio.

La operación llamó la atención, porque el banquero habría adquirido seis de las siete series premiadas, mientras que la restante fue asignada al Colegio de Huérfanos de la Guardia Civil. Ese reparto atípico abrió interrogantes sobre el proceso de compra de los billetes y sobre la transparencia del sorteo, sin que surgieran pruebas formales que avalaran irregularidades.

Quién fue Barrié de la Maza

Pedro Barrié de la Maza no era un actor menor en la economía española. Presidía el Banco Pastor, una de las entidades financieras más relevantes del país, y fue el impulsor de Fenosa (Fuerzas Eléctricas del Noroeste), compañía clave para el desarrollo energético de Galicia. También tuvo un rol central en el sector industrial a través de los astilleros Astano.

Su cercanía con el poder político del momento, en particular con Francisco Franco, reforzó la percepción de que se trataba de un empresario con influencia estructural sobre sectores estratégicos. Ese perfil convirtió al episodio de la lotería en algo más que una anécdota y pasó a leerse como un reflejo de las concentraciones económicas propias de la época.

Qué pasó con el dinero de la lotería de Navidad

El premio fue depositado en una sucursal del Banco Pastor en A Coruña, aunque nunca existió una confirmación oficial sobre su destino final. Años después, Carmela Arias, esposa del conde, sostuvo que los fondos se utilizaron en “beneficio de Galicia”, una expresión que muchos asociaron con inversiones en infraestructura y desarrollo regional.

Entre las obras vinculadas de manera indirecta al episodio se destacó el embalse de Belesar, inaugurado en 1963, que en su momento fue una de las mayores presas de Europa. Con el tiempo, la Fundación Barrié se consolidó como el legado más visible de aquella fortuna, a través de iniciativas educativas, culturales y científicas.