Suzanne Mullins fue la afortunada ganadora de 4,3 millones de dólares de una lotería en Estados Unidos durante 1997. Su inesperado triunfo habría significado tener una vida tranquila y acomodada pero una mala gestión de su dinero la llevaron a la quiebra en poco tiempo. La oriunda de Virginia quedó endeudada y sin un centavo en sólo 7 años.
Ganó millones de dólares con la lotería pero un préstamo adeudado y malas decisiones la dejaron en la quiebra total: la historia de Suzanne Mullins
En sólo siete años pasó de ser la afortunada ganadora de millones de dólares a no poder pagar sus préstamos.
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La exmillonaria había tomado malas decisiones económicas y la fortuna comenzó a jugar en su contra para dilapidar su riqueza. Mullins pasó de compartir el dinero con su familia, realizar compras de lujo a no poder pagar sus préstamos. Su abogado, Michael Hart argumentó que las grandes ganancias no siempre son una seguridad financiera. Además, agregó: "muchas veces causan más problemas de los que resuelven"
La historia de Suzanne Mullins, la mujer que se hizo millonario por ganar la lotería pero lo perdió todo
Tras ganar la lotería, la estadounidense optó por cobrar el premio en cuotas anuales por los próximos 20 años. Esto le permitió a Suzanne tener una cómoda pensión de aproximadamente 47.000 dólares anuales, tras la quita de impuestos. Esta suma la compartió de manera uniforme con su marido y su hija.
La flamante millonaria se hizo cargo de las cuentas médicas de su yerno al poco tiempo de haber ganado el premio. La pareja de su hija había tenido una grave enfermedad, tuvo que ser internado y no contaba con seguro médico. Todo ello le dejó una deuda de un millón de dólares, que Suzanne canceló con una parte de lo que ganó en la lotería.
Posteriormente solicitó un préstamo por 200.000 dólares, que serían pagados con partes de las cuotas que ella percibía por año. Pero un giro legal le permitió retirar el resto de su premio de una sola vez. Este pago fue una tentación para despilfarrar su fortuna, a tal punto de no poder cumplir con las cuotas de su préstamo. La empresa deudora demandó a Mullins y ganó el juicio por 154.000 dólares en 2004, cuando la estadounidense ya no tenía activos.
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