21 de octubre 2025 - 21:00

Ganó millones por una particular propina, pero lo que parecía un golpe de suerte se transformó en un infierno

Ganó millones en la lotería, pero su vida se convirtió en un auténtico infierno a la hora de recibir el premio.

Consiguió ganar millones, pero su vida se convirtió en un auténtico infierno.

Consiguió ganar millones, pero su vida se convirtió en un auténtico infierno.

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Tonda Dickerson conoce muy bien ese tipo de casos. Si bien consiguió ganar una fortuna, todo lo que vino después la arruinó completamente. Desde demandas, traiciones e incluso un secuestro que denotaron que lo que era un golpe de buena suerte, transformó su vida de manera negativa.

Waffle House Getty
Tonda recibió millones al aceptar como propina un boleto de lotería.

Tonda recibió millones al aceptar como propina un boleto de lotería.

La historia de Tonda Dickerson: una propina de millones

Tonda Dickerson trabajaba como mesera en un Waffle House en Grand Bay. El 7 de marzo de 1999, Edward Seward, un cliente habitual, le dio un boleto de lotería de Florida como propina, algo común entre los parroquianos. El 13 de marzo, ese boleto ganó 10 millones de dólares. Tonda, de 28 años, se convirtió en millonaria de la noche a la mañana.

Sus compañeras de trabajo, que también recibían boletos como propinas, la demandaron, alegando un pacto verbal para compartir cualquier premio. En un juicio, un jurado falló contra Tonda, ordenándole dividir el dinero. Ella apeló, y en el 2000 la Corte Suprema de Alabama revocó la sentencia.

Quien le dio el boleto también la demandó, reclamando un camión que ella supuestamente le prometió como agradecimiento. El caso fue desestimado por falta de pruebas de un acuerdo formal. Ambos juicios y los procesos legales le costaron tiempo, dinero y tranquilidad, ocasionando las primeras grietas de su nueva vida.

Tonda eligió recibir el premio en pagos anuales de 375 mil dólares durante 30 años, pensando que era la forma más prudente de manejar su riqueza. Sin embargo, su decisión de mantener su fortuna sola y los conflictos legales iniciales marcaron el inicio de una tormenta que pronto empeoraría.

El infierno tras ganar la lotería: entre traiciones, juicios y secuestros

En 2002, su exmarido, James Howard, de quien se había divorciado antes de 1999, la secuestró en el estacionamiento de un casino en Mississippi. La llevó a un campo remoto, donde la golpeó y le disparó en el pecho, exigiendo dinero. Tonda, armada, le disparó en el hombro y escapó. Howard fue condenado a 20 años por secuestro y agresión, pero el trauma la dejó con miedo constante.

El fisco agravó su calvario. En 2003, el IRS la demandó por 771.570 dólares en impuestos no pagados, alegando que su empresa para recibir los pagos anuales era una estrategia de evasión. Tonda perdió el juicio y pagó la multa. Su hermana también la demandó por 2.4 millones, acusándola de regalar acciones de una empresa familiar, forzándola a pagar una parte de esa suma.

Hoy, a los 54 años, Tonda trabaja como crupier en el Golden Nugget Casino en Biloxi, Mississippi, recibiendo sus pagos anuales de 375 mil dólares, aunque esos millones no le trajeron paz que pensó que tendría.

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