3 de octubre 2020 - 00:00

Mercado inmobiliario: cambios en la configuración de la demanda

Uno de los sectores más afectados por la pandemia fue el inmobiliario, ya que la prohibición de trabajar de manera presencial obligó a cambios en el modo de concebir el trabajo, la vida privada y las relaciones sociales.

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El home office, modalidad que asomaba tímidamente en nuestro país, se transformó en una realidad que permitió trabajar en tiempos de coronavirus. Los dueños, directivos y encargados de distintas empresas, pudieron ver los beneficios y la efectividad de sus equipos en adaptarse a una nueva realidad que si bien abarataba costos de infraestructura traía a los empleados nuevos e inesperados problemas.

Convivir con la familia, readaptar el hogar como oficina y la falta de acceso a una buena conectividad a internet, fueron algunos de los problemas más frecuentes que se presentaron en estos momentos donde la vida laborar tuvo un antes y un después de la pandemia.

Los jefes más prejuiciosos e inflexibles se vieron obligados a dar un salto tecnológico que despertó en muchas ocasiones gratas sorpresas. Las personas demostraron estar más listas para el trabajo remoto de lo que muchos pensaban.

Si bien múltiples rubros sufrieron transformaciones, uno de los más afectados fue el inmobiliario, ya que la prohibición de trabajar de manera presencial obligó a cambios en el modo de concebir el trabajo, la vida privada y las relaciones sociales.

“Sin dudas el mercado de oficinas sufrirá grandes cambios después de esta pandemia y a raíz de la implementación del teletrabajo y la política que tomen algunas empresas. Las oficinas deberán implementar cambios estructurales en virtud de medidas sanitarias y sabemos que muchas empresas ya lo están pensando así”, aseguró Alejandro Juan Bennazar, Presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA).

Los cambios en la demanda de oficinas

“El cambio de presencial a remoto es consecuencia de la cuarentena más que de la situación económica, que por un lado implicó un cambio radical de vida con mucha permanencia dentro de los hogares y, por otro, demostró la potencialidad del home office. El coronavirus obligó a las empresas a reconfigurar el formato de trabajo presencial y a enviar a todos los colaboradores a sus hogares”, contó Bennazar.

Si bien hay muchos cambios por delante, están quienes piensan que no todo será home office. Un sistema al que llaman mixto, es decir trabajar 50% en oficinas y 50% en hogares parece ser el preferido por muchos empleadores. “Creo que vendrá un sistema mixto que ya se está implementando en muchas empresas y esto va a bajar muchos los costos al empleador por un tema de infraestructura y también de riesgo de trabajo y movilidad. Bajarán mucho los gastos de luz, mobiliario, insumos, comedor, entre otros. Todo acontecimiento importante genera cambios”, afirmó Tristán García Bouza, agente inmobiliario.

Por otro lado, la concepción de grandes infraestructuras va quedando obsoleta. El nuevo mercado está demandando oficinas más chicas y que tengan espacios divisibles. Las oficinas fijas carecen de sentido en un sistema mixto o remoto. Se van reconstruyendo espacios más flexibles y con salas de reuniones para atender a determinados clientes. Lugares más amplios, con buenas prestaciones, luminosidad y confort prevalecen sobre las antiguas oficinas; los espacios de coworking van ganando lugar en el mercado.

“Las nuevas oficinas no son como eran antes los estudios de abogados, sino que son con espacios amplios, más alegres, con grandes mesas de trabajo, con mucha luz solar, un concepto distinto de oficina. Con el teletrabajo no hace falta que vaya todo el mundo, lo que permite reducir el espacio físico. Con tener una sala de reuniones para recibir algún que otro cliente ya es suficiente. Las oficinas que ofrezcan las mejores prestaciones tecnológicas y alegres son las que van a quedar. No tiene que ser una empresa gigantesca como antes, ahora tiene que ser una empresa más bien con confort”, ratificó García Bouza.

Una nueva configuración de demanda de viviendas

Un tema que no es menor y que muchos empleados están sufriendo es reinventar sus viviendas para transfórmalas en oficinas a raíz del home office. Muchas actividades antes se realizaban fuera del hogar, desde el trabajo, hasta el gimnasio, los cursos o la salida con amigos, por lo tanto la permanencia en el departamento era de pocas horas. Hay muchos departamentos, sobre todos los pequeños, que no están preparados ni pensados para que las personas pasen 24 horas en el mismo y a veces no cuentan con las comodidades necesarias para ser vividos intensamente.

“La gente va a tener que reacomodar su hogar porque tiene que transformarlo en oficina y esto va a llevar a que la gente se quiera mudar buscando otras cualidades. Lo que antes se priorizaba, hoy ya no. Vas a estar viviendo en tu casa todo el tiempo y si vos no estás cómodo, no rendís. No tiene sentido vivir en el centro si preferís ver verde y estar lejos del ruido. Van a buscar lugares que los hagan sentir cómodos y que les permitan mejorar la calidad de vida”, aseguró García Bouza.

Reactivación del mercado inmobiliario

No es secreto para nadie que Argentina ya sufría una crisis pre pandemia. La explosión del virus y sus respectivas restricciones afectaron fuertemente a la economía. El mercado inmobiliario no fue la excepción.

“Desde el 2019 se venía observando una desaceleración que se vio acentuada por el ingreso de la pandemia y todas las consecuencias que trae aparejada. Vemos que el comportamiento del mercado inmobiliario, al igual que otros sectores de la economía, dependerá del periodo de tiempo en que tardemos en volver a la normalidad. El sector inmobiliario no se comporta como los mercados de valores en términos de inmediatez, ya que la compra de una vivienda u oficina es una decisión a largo plazo”, afirmó Bennazar.

Por otro lado, el microcentro que fue durante años la locación por excelencia de las oficinas, pierde su razón de ser. Si la gente no debe acudir a las oficinas a diario por qué no tener oficinas más pequeñas y en un lugar con fácil acceso y más agradables, donde el tráfico y la contaminación no sean un problema. Para el mercado inmobiliario los espacios que se consideraban valiosos dejaron de serlo porque la pandemia dejó un cambio de paradigma en el modo de concebir el trabajo.

“Comenzaron a bajar los valores de las oficinas del centro. Explotaron otros barrios como los ubicados en Zona Norte donde se construyeron muchos edificios de oficina, también Barracas y Parque Patricios. Apenas bajás de la Avenida General Paz verás que hicieron toda una zona de oficinas”, confirmó García Bouza.

La pandemia cambió el mundo y el modo en que fue concebido hasta el momento. Todavía es prematuro lanzar pronósticos a largo plazo, pero sí podemos decir que la vida laboral, personal y social sufrirá cambios que nos permitirán vivir en un futuro que antes parecía lejano. La inesperada llegada de la pandemia, impidió asimilar el impacto del cambio con el tiempo que ellos necesitan para afianzarse en la sociedad. Las nuevas tecnologías y el internet de las cosas, bondades de este nuevo siglo de las que gozábamos tímidamente, formarán parte esencial de la vida cotidiana y gracias a ellas, tendremos otro tipo de vida que cada uno de nosotros evaluará cómo aprovechar. Las posibilidades son ilimitadas y a pesar de que el futuro parece incierto, puede ser muy prometedor.

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