11 de septiembre 2025 - 16:20

Viamo se suma a la ola de despidos en la industria del calzado

La firma avanzó con más de 30 despidos en su planta de Capital Federal. En medio de la crisis del sector, pidió un Procedimiento Preventivo de Crisis, no pagó las indemnizaciones y planea reducir la producción local al mínimo.

Viamo despidió a más de 30 trabajadores y cerró varios de sus locales. 

Viamo despidió a más de 30 trabajadores y cerró varios de sus locales. 

La empresa de calzado Viamo, reconocida por su producción de zapatos para damas y niñas, se sumó a la ola de ajustes que atraviesa la industria del sector en Argentina. En julio despidió a más de 30 trabajadores de su fábrica en Capital Federal, en la que hasta hace poco tiempo trabajaban alrededor de 80 personas. Hoy, según denuncian empleados, queda menos de la mitad del personal y la empresa evalúa dejar de producir para dedicarse a importar calzado, limitando su operación local a un depósito y a tareas administrativas.

Los telegramas de despido, enviados bajo la razón social Lannot S.A., alegan “grave falta de trabajo” y citan el artículo 247 de la Ley de Contrato de Trabajo. La compañía había intentado tramitar un Procedimiento Preventivo de Crisis para pagar apenas el 50% de las indemnizaciones, pero la propuesta no fue aceptada por el sindicato. De todos modos, los despidos se concretaron y los trabajadores aún reclaman el pago de lo que les corresponde.

Reclamos abiertos y juicios en puerta

Los empleados despedidos aseguran que no percibieron las liquidaciones completas y que los pagos realizados fueron parciales y sin recibos claros. “No nos pagaron vacaciones, aguinaldo ni premios, solo algunos días trabajados. La indemnización, nada”, relató uno de los trabajadores consultados.

La situación derivó en una movilización frente a la fábrica, donde los cesanteados reclamaron el pago de lo adeudado y explicaciones directas de la empresa. Sin embargo, no obtuvieron respuesta de la conducción y el conflicto continúa abierto en la justicia laboral.

Nos dijeron que nos iban a pagar el 50%, pero ni siquiera hubo oferta real. No presentaron nada concreto”, agregaron otros de los cesanteados, que ya iniciaron acciones judiciales para reclamar el 100% de sus indemnizaciones.

Lo cierto es que los despidos no se limitaron a la fábrica: también alcanzaron a personal de locales comerciales, en el marco de un plan de reducción que incluyó el cierre de al menos tres sucursales en las últimas semanas.

carta documento viamo

Una crisis sectorial sin precedentes

El caso de Viamo se enmarca en un escenario mucho más amplio. Según el presidente de la Cámara de la Industria del Calzado, Alberto Sellaro, el sector atraviesa “la peor crisis de los últimos 40 años”.

De acuerdo con datos oficiales, la importación anual de calzado saltó de unos 21 millones de pares durante gobiernos anteriores a casi 35 millones en la actualidad, con proyecciones de cerrar el año en más de 42 millones. Ese aluvión golpeó directamente a la producción local, que llegó a fabricar 125 millones de pares en 2014-2015 y hoy trabaja a un nivel muy por debajo de su capacidad instalada.

Nunca hubo un año peor que este. El consumo está acabado”, afirmó Sellaro en declaraciones recientes, señalando además que se perdieron entre 7.000 y 8.000 puestos de trabajo en los últimos meses.

La combinación de caída del poder adquisitivo, aumento de importaciones y contrabando deja a las fábricas con menos ventas y a los comercios con operaciones mínima.

Viamo, de marca emblemática a sobreviviente

Fundada en 1988 por los hermanos Alfredo, Pablo y Rodolfo Chiodini, Viamo supo ser una de las principales marcas de calzado femenino del país, con más de 25 locales en todo el territorio y una planta de producción propia.

La compañía mantuvo su impronta familiar y llegó a expandirse en tiempos de auge del consumo, pero en los últimos años se vio obligada a replegarse. La estrategia de incorporar productos importados permitió sostener la oferta en el corto plazo, aunque a costa de reducir el empleo en su fábrica.

Quieren quedarse solo con depósito y administración. Los que seguimos adentro sabemos que la producción prácticamente se termina”, confió otro trabajador, que aún conserva su puesto.

Futuro incierto

Hoy, con ventas en baja y fuerte presión de la competencia externa, la firma encara un proceso de achicamiento que dejó a decenas de familias sin trabajo y que podría profundizarse si no hay señales de recuperación en el mercado interno.

De cualquier manera, el conflicto con los despedidos sigue abierto: las audiencias en el Ministerio de Trabajo no lograron destrabar un acuerdo y las demandas individuales avanzan en el terreno judicial.

Mientras tanto, la crisis del sector no da respiro. Con importaciones en alza y consumo deprimido, la industria del calzado enfrenta un panorama de cierres de fábricas, locales vacíos y miles de empleos en riesgo.

El caso de Viamo es apenas un capítulo más de una historia que, según advierten los empresarios del rubro, recién está comenzando si no se adoptan medidas para proteger la producción nacional.

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