De cara a las elecciones del próximo domingo, el termómetro del bolsillo promete ser un catalizador clave para pujar a favor o en contra de La Libertad Avanza (LLA). El poder adquisitivo de los salarios actualmente está por debajo del umbral de noviembre 2023, cuando asumió Javier Milei; mientras que el desempleo está en niveles récord desde la salida de la pandemia de covid-19. El consumo masivo, por su parte, continúa sin tener una tendencia firme, con dos caídas consecutivas en su medición intermensual y una suba interanual.
El voto del bolsillo: cómo llegan los salarios, el empleo, las jubilaciones y el consumo a las elecciones 2025
Estos indicadores funcionan como un verdadero termómetro de la economía familiar, que suele ser uno de los principales catalizadores del voto. El Gobierno busca exhibir la baja de la inflación y la reducción de la pobreza como sus cartas más fuertes.
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El Gobierno va a las elecciones con la baja de la inflación y la pobreza como sus cartas más fuertes.
Otras variables clave, como las jubilaciones, sufrieron un fuerte ajuste en 2024. Quienes no cobran bono actualmente están mejorando su poder adquisitivo, mientras que los de la mínima que sí lo perciben -y cuyo monto no se actualiza desde comienzos de 2024- atraviesan una situación más vulnerable, con una caída real de su poder de compra. Las prestaciones como la asignación universal por hijo (AUH) también tuvieron una suba real, que generó una mejora en los hogares más vulnerables. En esa línea, la pobreza, en tanto, también marcó una fuerte baja frente al inicio del Gobierno de Milei.
"El bolsillo de muchas familias llega algo complicado a las elecciones, aunque con heterogeneidades", resume Rocío Bisang, economista de EcoGo, en diálogo con Ámbito. Analizando todas las variables, destaca que más allá de la complejidad de la situación de los hogares, en los últimos meses se sumó negativamente "el ruido político y la volatilidad de la macroeconomía".
Salarios, empleo y jubilaciones
El índice de salarios, que mide los privados y públicos, cayó 5,25% en julio frente a noviembre de 2023, al inicio del gobierno libertario. Aunque la baja más significativa es la de los haberes de empleados públicos con un derrumbe del 14% del poder adquisitivo, mientras que los privados mantuvieron casi sin variación (-0,33% real).
En contraste, los no registrados habrían crecido un 17,8% a febrero de 2025, aunque la medición de este segmento de trabajadores tiene un formato de recolección de datos diferente, mediante la Encuesta Permanente de Hogares (EPH). El aumento, a contramano, de este segmento, según el sociólogo de Fundar Daniel Schteingart, se debe a la mejora en la captación de datos de la EPH. "Esto lo sabemos porque en la captación de datos de los empleados registrados, que hay otra fuente complementaria de información, se observa un crecimiento mayor en la EPH que en otras fuentes como la de SIPA u otros de INDEC. Entonces, uno podría suponer que con los no registrados ocurre lo mismo", precisa el especialista.
Sobre los ingresos, un informe de Equilibra los cataloga como "la raíz del desencanto" con el gobierno de Milei, ya que la caída de los ingresos registrados fue generalizada, pero con diferencias sectoriales. Los empleados públicos y los jubilados fueron los más afectados, mientras que los asalariados privados formales lograron una recuperación plena tras la pérdida inicial.
Aunque, agregó un matiz necesario: "Cuando el análisis se realiza con el IPC basado en una canasta de gastos más actual -como la ENGHo 2017/18, que pondera más los servicios- la pérdida de los ingresos es 1,5 puntos porcentuales mayor respecto de la medición vigente del INDEC".
Del estudio se desprende que en los casi dos años de la gestión de Milei, los asalariados privados y públicos registrados, y jubilados sufrieron, en promedio, una pérdida acumulada equivalente a dos meses de ingresos.
A su vez, Equilibra subraya que la pérdida de ingresos fue mayor en el conurbano bonaerense que en el interior del país, lo que generó una fuerte pérdida del caudal de votos en PBA durante septiembre y se espera que continúe durante estos comicios. Ese territorio es, de hecho, donde el Gobierno espera un resultado más adverso.
Los datos de empleo también muestran un franco deterioro durante el gobierno libertario: el desempleo se ubicó en 7,6% en el segundo trimestre y fue el más alto para ese período desde 2021, la salida de la pandemia. Si bien el umbral fue apenas más bajo que en el primer trimestre del año, cuando se ubicó en el 7,9%, la precarización laboral llegó para quedarse y el mercado ajustó por esta variable.
Dentro de la población económicamente ocupada (44,5%), la tasa de informalidad subió del 41,6% al 43,2%, lo que implicó un aumento de aproximadamente 226.000 trabajadores informales en un año, según el especialista Luis Campos.
"Si se suman desocupados (7,6%) y ocupados demandantes (17,1%), en algunos casos los datos son muy llamativos. En tres aglomerados más del 30% de los trabajadores está buscando activamente trabajo: Córdoba (38,2%), Tucumán (33,3%) y Santa Rosa (30,4%)", puntualizó Campos.
En esa línea y tomando los datos desestacionalizados del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), Bisang subraya que "el empleo es de los indicadores más débiles que tiene hoy el Gobierno". El sector registrado acumulaba una caída de 61.800 puestos de trabajo en julio respecto de noviembre de 2023, excluyendo al monotributo social y con un fuerte reordenamiento del mercado de trabajo, donde la pérdida de empleos asalariados registrados se vio compensada por el crecimiento del trabajo no registrado, independientes y monotributistas, según la medición de EcoGo.
"En ese sentido, creo que la situación para muchas familias es compleja, y más si tenemos en cuenta el ruido político y la volatilidad de la macro en los últimos meses", resalta Bisang.
Las jubilaciones mínimas, en tanto, según la medición del economista Nadin Argañaraz, sufrieron una pérdida de 5% de su poder adquisitivo, ya que el bono de $70.000, que cobran como complemento de los haberes no se actualiza desde abril de 2024. Aunque la caída de los haberes se calcula con el índice de precios actual que subpondera las tarifas, por lo que la pérdida fue mayor. Asimismo, Federico Zirulnik, economista del Centro de Estudios Scalabrini Ortíz (CESO), añadió que también impactó negativamente en el poder de compra de los jubilados la reducción de la cobertura de PAMI.
Los haberes jubilatorios de los adultos mayores que no perciben bono —es decir, cobran más de $396.298,38— tuvieron un alza real de 10%, aunque también sufrieron reducción de la cobertura de PAMI, por lo cual, especialistas advierten que sería menor el alza. Esto se dio tras la fuerte caída de inicios de 2024.
En palabras de Rocío Bisang de EcoGo, "las jubilaciones son nominalmente bajas, más allá de la recuperación". Tal es así que desde 2017 el haber jubilatorio alcanzó una pérdida real del 41%, según la medición de Argañaraz.
Entre los datos "positivos" que tiene el Gobierno para mostrar se destacan más allá de la desaceleración fuerte de la inflación, la baja de la tasa de pobreza, que alcanzó al 31,6% de los argentinos durante el primer semestre de 2025, mientras que la indigencia se situó en el 6,9%, según el INDEC. Ambas cifras se redujeron tanto en términos interanuales como respecto del semestre anterior, aunque los especialistas remarcan problemas metodológicos en la medición.
Vale remarcar que, en el mismo período, la inflación general fue del 15,1%, mientras que los salarios nominales de los trabajadores registrados subieron 14,6%. Por ende, la menor pobreza se explica por una combinación de una inflación menor en productos de primera necesidad y de un fuerte salto en los ingresos de los trabajadores informales.
Este buen dato de pobreza tiene un correlato también con el crecimiento de los salarios informales, más que por una "recuperación" de los formales que, en promedio, están en el mismo umbral que en noviembre de 2023.
Con estos datos también se relacionan el consumo, que en su totalidad da positivo (+1% arriba del tercer trimestre de 2020, según datos de Fundar), aunque esto se explica por el mayor consumo de bienes durables. Sin embargo, los últimos datos de consumo masivo muestran que las compras en supermercados cayeron en septiembre (-4,4% i.a) al igual que en los mayoristas (-4,3% i.a.). Sin embargo, en los autoservicios independientes, que son los comercios mayormente de cercanía, creció un 8,6% i.a., según la medición de Scentia. En el otro extremo, el mayor crecimiento se dio en las ventas e-commerce, aunque estas tienen una incidencia menor.
Si bien el consumo interanual muestra un avance de 4,4%, a nivel mensual mostró su segunda caída al hilo, en torno al 3,7%, según Scentia.
La morosidad de las familias, en línea con una caída de los salarios y las jubilaciones de la mínima, también toca un récord en 15 años, afectado, a su vez, por las altas tasas de interés. La confianza del consumidor, por su parte, en septiembre, que es el último dato disponible, marcó una nueva baja mensual tras desplomarse en agosto.
"Lo único medianamente 'bueno' que tiene para mostrar el Gobierno es la inflación, aunque en este momento se esté viendo una pequeña aceleración en los últimos meses, que podría profundizarse si se dispara el dólar", concluyó el economista Federico Zirulnik.
Seguramente el próximo lunes habrá una visión más acabada de si estos datos impactaron en los argentinos a la hora de votar, como ocurrió en la provincia de Buenos Aires en los comicios pasados.
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