En una carta dirigida al científico francés Jean-Baptiste Le Roy, fechada en noviembre de 1789, Benjamín Franklin sentenció: “Nuestra nueva Constitución ya está establecida, todo parece prometer que será duradera; pero en este mundo nada es seguro excepto la muerte y los impuestos”.
Investigación científica revela cómo reducir la evasión fiscal
La magnitud del gasto público y su asignación, según el estudio realizado, arroja que las intervenciones públicas más conectadas con lo cotidiano impactan más positivamente en el comportamiento de los contribuyentes que las específicas.
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Su clarividencia no es recordada con motivo de haber fallecido al año siguiente sino por traslucir un elemento característico de las organizaciones estatales contemporáneas: todos sus habitantes, directa o indirectamente, pagan tributos para solventar los bienes y servicios públicos. La contracara evidente del aserto es que no hay Estado posible sin recursos ya que en ellos cifra su existencia y capacidad de acción.
De tal modo que, hasta nuestros días, diferentes corrientes de opinión en la ciencia de las finanzas públicas hegemonizaron el debate mundial sobre las causas que derivan en los déficits presupuestarios.
Un enfoque centrado en los gastos acusa a la hipertrofia burocrática que dilapidaría gran cantidad de recursos. La perspectiva opuesta ubica el eje del problema en los recursos, culpando a la evasión como el valladar que impide el mantenimiento y mejora de las prestaciones públicas.
En medio del contrapunto doctrinario, una de las investigaciones más relevantes de los últimos años evidencia una correlación entre el aumento del tamaño del gobierno y la reducción de la evasión fiscal.
Concretamente, el estudio prueba, mediante análisis matemáticos despojados de interpretaciones morales o teóricas, la reactividad positiva de los contribuyentes.
El estudio empírico
Publicado bajo el título “Evasión fiscal y tamaño del gobierno: evidencia de las provincias italianas”(1) en “Economía Política” de Bologna (Italia), el trabajo investigativo se nutrió de datos concretos provistos por todas las administraciones provinciales italianas, aunque resguardando el secreto fiscal.
Sus autores Elena D’Agostino, Marco Alberto De Benedetto y Giuseppe Sobbrio, profesores de economía de las universidades de Calabria y Messina, en Italia, postulan y demuestran con rigor científico que una alta eficiencia del gasto mejora la “reacción cooperativa", esto es, una actitud responsable hacia los deberes fiscales.
El estudio analiza el período comprendido entre los años 2001 y 2015 y corrobora que la evasión fiscal disminuyó cuando se incrementó la ejecución de partidas presupuestarias que contemplaban el interés de amplios sectores de la población, como los relacionados a seguridad, bienestar o transporte.
La conducta de los contribuyentes pareciera evidenciar una preferencia de un nivel de gasto alto pero acorde a una buena calidad. En cambio, el equipo de investigación descubrió que la evasión se incrementó cuando el gasto público previsto desde el principio era elevado y de mala calidad, como por ejemplo si se destina sólo en burocracia.
Finalmente, no observaron afectación cuando el gasto público previsto desde el principio siguió siendo bajo, mientras que el efecto fue ambiguo si ese mismo gasto público fue alto y sólo se reflejó en servicios brindados a un sector específico de contribuyentes.
A partir de la información obtenida, los autores concluyeron que las intervenciones públicas en mayor conexión con las necesidades cotidianas de muchos ciudadanos impactaron positivamente en el comportamiento de los contribuyentes, mientras que aquellos centrados en grupos específicos, fueron ineficaces para reducir la evasión tributaria.
Su importancia para Argentina
La correlación efectuada entre el nivel y destino de las erogaciones presupuestarias versus la evasión tributaria en las provincias italianas permite extender sus conclusiones a contextos globalmente semejantes como podría considerarse a las administraciones públicas nacional y provinciales de la República Argentina.
El estudio italiano permitiría pronosticar la incidencia de los recortes presupuestarios en la provisión o subsidio de bienes y servicios públicos.
Por ejemplo, si afectan a quienes utilizan el transporte aéreo, sería esperable que dicha decisión política tenga un impacto menor en la recaudación tributaria que aquella que eleve el precio del pasaje en el transporte público de grandes conglomerados urbanos como aquel que integra la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los municipios circundantes.
La utilidad del trabajo científico también se vislumbra para la planificación de obras o servicios públicos.
Si se refleja en el acceso y provisión de aquellos a centros turísticos no obtendría el mismo impacto favorable que la inversión en una adecuada red de servicio de agua potable, cloacas o pavimento en sectores de población más nutrida y permanente.
Resulta oportuno traer a colación un ejemplo. En las últimas décadas, se hicieron notar múltiples desarrollos inmobiliarios en torno a las grandes urbes, destinados a quienes optan por vivir en un entorno más natural que no se sitúe alejado de sus obligaciones cotidianas. Implica una elección que requiere de medios económicos suficientes para solventarla.
Sin lugar a dudas, sería de gran utilidad para un gobierno provincial o municipal contemplar la calidad de provisión de bienes y servicios que brinda a esos nuevos núcleos urbanos a fin de fomentar la “reacción cooperativa” de quienes lo habitan.
Puesto en términos coloquiales, si una familia se muda a un barrio cerrado que cuenta con energía eléctrica, red de gas, agua potable, recolección de residuos y asfalto es esperable que exista una menor evasión tributaria de impuestos locales, como el inmobiliario o el relativo al alumbrado, barrido y limpieza (ABL) en dicha franja de la población de mayor capacidad contributiva que en aquellas localidades más desprovistas.
Otra de las particularidades del estudio sobre las provincias italianas es que sus autores observaron una conducta heterogénea: un aumento en el gasto público conduce a una reducción de la evasión fiscal sólo en aquellas situadas en el norte, caracterizada por un nivel inicial relativamente mayor de bienes públicos.
Por ello, consideraron que en las áreas más pobres, donde el gasto público era bajo, la disposición de los ciudadanos a pagar impuestos no era igual por entender que las administraciones no se habían interesado históricamente en mejorar la atención de sus necesidades básicas.
Esa asimetría también permitiría extender sus conclusiones a las provincias de nuestro país. Así lo faculta el análisis contenido en el trabajo titulado “La Coparticipación Federal de Impuestos vuelve al centro de la escena fiscal. Distribución de recursos: El desequilibrio vertical” (2).
Sus autores Marcelo Garriga y Walter Rosales, integrantes de Centro de Economía Política Argentina de la Universidad Nacional de La Plata, graficaron la dependencia provincial a nuestro régimen federal de coparticipación tributaria mediante el cuadro sobre “Transferencias a las Provincias por Coparticipación y recaudación tributaria de origen provincial”.
En el mismo, se observa con claridad que los presupuestos provinciales menos dependientes de aquella y, por ende, más autosuficientes, son los de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Neuquén, Chubut, Santa Cruz, Córdoba y la Provincia de Buenos Aires. Precisamente, se trata de los que proveen la mayor cantidad de bienes y servicios públicos.
Los autores del estudio científico que originó este artículo, se jactan del aporte que realizaron a la literatura sobre economía política por considerar que demostraron que la evasión fiscal se vería reducida mediante un aumento del gasto público donde la intervención de los gobiernos provinciales es más fuerte.
Así, infirieron que los ciudadanos percibirían allí que la calidad de los bienes públicos proporcionados es un factor importante que mitiga el impacto del gasto público en la evasión fiscal. Como contracara, destacaron que un gobierno también podría contribuir involuntariamente a motivar a los ciudadanos a evadir el pago de impuestos cuando no satisfacen el interés general debido a la forma en que gasta sus recursos.
Corolario
La utilidad del trabajo de investigación reseñado para nuestra organización política se advierte en similitudes culturales y económicas, entre otras particularidades. Sin desmerecer su gravitación, atribuyo mayor importancia a otro motivo de índole jurídica: nuestra Constitución Nacional reserva a las provincias, municipios y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires un amplio reparto de competencias en sus artículos 5, 75, 121 a 125 y 129 tanto en materia de recursos como de incumbencias específicas.
En esa línea de pensamiento, las conclusiones reseñadas por el trabajo también resultan un prisma de gran utilidad para analizar la incidencia de los gastos corrientes de nuestras jurisdicciones locales como también de sus inversiones de capital.
Sería esperable que un “Estado presente” aliente el compromiso de los contribuyentes a no evadir sus obligaciones tributarias si mejoran la seguridad, transporte público jurisdiccional, pavimento, tratamiento de efluentes, provisión de agua potable, red local de energía o salud pública por impactar favorablemente en el interés general de la población.
De esta forma, podemos concluir que la investigación comentada robustece la aseveración atribuida al juez norteamericano Oliver Wendell Holmes Jr.: “Los impuestos son el precio que pagamos para vivir en una sociedad civilizada. Me gusta pagar impuestos. Con ellos, adquiero civilización”.
Abogado
(1) D'Agostino E, De Benedetto MA, Sobbrio G. Tax evasion and government size: evidence from Italian provinces. Econ Polit (Bologna). 2021;38(3):1149-1187. doi: 10.1007/s40888-021-00227-7. Epub 2021 Apr 2. PMID: 35422597; PMCID: PMC8017438.
(2) Publicada el 24.07.2023 en la página web del Centro de Economía Política Argentina de la Universidad Nacional de La Plata
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