21 de mayo 2022 - 00:00

Alimentación: ¿Qué hacer cuando los niños se rehusan a comer?

Profesionales de la alimentación y especialistas coinciden en que al niño o niña no hay que obligarlo a comer. ¿Qué se puede hacer para que tenga una buen alimentación?

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Hacer Familiar

El tema de las comidas y la alimentación de los infantes es un debate siempre recurrente entre madres, padres y adultos. Es que lejos de favorecer una alimentación equilibrada, y una relación armoniosa con la comida, forzar a los niños a que coman puede derivar en problemas y transformar la mesa del hogar en un conflicto.

Es importante saber entonces que las necesidades nutricionales de cada individuo, sea de la edad que sea, son diferentes, y por tanto su ingesta debe serlo también. Respecto a esto también debemos considerar que los niños y niñas no son todos iguales de activos, por lo que no deben comer lo mismo. Cada infante es único en su forma de comer, razón por la cual nunca compares lo que come tu hijo/a con lo que comen otros.

Profesionales de la alimentación y especialistas coinciden en que al niño o niña no hay que obligarlo a comer. Como todo ser humano, ellos se dan cuenta también cuándo tienen que comer y cuándo es necesario dejar de hacerlo. Sin embargo, si estamos constantemente presionándolos para que terminen el plato, no harán caso a su cuerpo, sino a la imposición que manifestemos los adultos.

En relación a lo anterior es importante que tengamos en cuenta que los infantes son, eso precisamente, infantes. Son más pequeños que nosotros y por ende su alimentación será diferente a la de los adultos. Sobre todo, cuando son más pequeños, su estómago es más reducido que los nuestros, por ende, no podemos esperar que sus raciones de alimentos sean del mismo tamaño que la que sirven los padres.

Por lo anterior debemos considerar que obligar a un niño/a a terminar la comida que servimos en su plato, es obligar a comer más de lo que necesita. Como padres debemos escucharlos y respetar sus decisiones al momento de la comida y en relación a esta.

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Es así como, al momento de comer, imponer acciones a los infantes puede generar un impacto adverso y afectar la manera de relacionarse y de socializar del niño/a. Los hábitos alimentarios se establecen durante la infancia, obligarlos a comer genera hábitos inadecuados que se trasladaran a futuro limitando su autonomía.

Lo que debemos evitar entonces es:

  • Amenazar al niño o niña con privarlo de alguna actividad que le gusta: esto no hace más tensar el momento de la comida, el cual debe ser armonioso.
  • Hacerlo sentir mal, y presionarlo para comer: Esto deriva en gran parte de lo anterior.

Ahora bien, la pregunta que surge a lo antes expresado es:

¿QUÉ PODEMOS HACER ENTONCES LOS PADRES Y O ADULTOS PARA QUE COMAN LOS NIÑOS Y NIÑAS?

En primer lugar, lo más importante es darles tiempo, ya que cada persona come a su manera y a su ritmo, y los niños/as no son la excepción a esto. Respetar su tiempo para cada comida lo hará sentirse más tranquilo y relajado al momento de comer.

Tratar siempre de poder ofrecerles alimentos nuevos e ir incorporándolos de a poco. Los niños deben asimilar este proceso y acostumbrarse a estas nuevas comidas. Si les ofrecemos muchos ingredientes nuevos en una misma comida les resultará más difícil asimilarlo. Lo harán mejor si les sugerimos de a poco, y sin forzarlos a comer alguno si en primera instancia no lo acepta.

Recordar que la hora de comer debe ser exclusivamente para eso, no es momento para las pantallas. Es preferible evitar la televisión y todo tipo de tecnología como tablet y celulares, logrando así que el objetivo sólo sea la comida.

Lograr comer en familia, esto es muy importante dado que si logramos que adquieran el hábito de comer mientras lo hacen los demás, estamos incorporándolos a la mesa en los horarios en los que habitualmente comemos los adultos, lo cual mejorará su relación con el entorno y con la alimentación.

Para concluir un infante al que se lo obliga a comer no disfruta de la comida, y este momento se transforma en algo tedioso para él, ya que son ellos, los únicos que saben cuánto quieren comer. Obligar a un infante a terminar la comida que servimos en su plato, es obligar a comer más de lo que necesita, lo cual es un gran error de padres, madres y adultos, el cual debemos corregir.

Especialista en obesidad infantil (@serfarinelli)

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