La transformación de negocios es crucial para empresas en situaciones críticas, como aquellas que experimentan dificultades financieras, operativas o de mercado. Las empresas que se encuentran en estas situaciones pueden necesitar transformar su negocio para sobrevivir y prosperar a largo plazo.
Cómo transformar tu negocio en situaciones críticas
Las empresas que se encuentran en estas situaciones pueden necesitar transformar su negocio para sobrevivir y prosperar a largo plazo.
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Nada nuevo en Argentina donde la mayoría de las empresas enfrentan situaciones críticas de forma cíclica pero también lo es para las del mundo que por nuevas regulaciones, conflictos armados, caída del consumo, nuevas tecnologías o tantos otros factores, sus negocios se ven fuertemente afectados.
Es decir, la necesidad de transformarnos es de todos.
Algunas estrategias que pueden ayudar a resolver este tipo de situaciones incluyen:
- Reestructuración: Las empresas pueden necesitar reestructurarse para reducir costos, mejorar la eficiencia operativa y mejorar la rentabilidad. La reestructuración puede implicar la reducción de personal, la consolidación de operaciones o la venta de activos no esenciales.
- Innovación: Las empresas pueden necesitar innovar para desarrollar nuevos productos o servicios, mejorar la calidad de los productos existentes, o desarrollar nuevos modelos de negocio que les permitan competir de manera efectiva en un mercado cambiante.
- Diversificación: Las empresas pueden necesitar diversificarse para reducir su dependencia de un solo producto o mercado y expandir su base de clientes. La diversificación puede implicar la entrada en nuevos mercados o la adquisición de nuevas líneas de negocio.
- Mejora de la gestión: Las empresas pueden necesitar mejorar la gestión para tomar decisiones más informadas, mejorar la eficiencia operativa y mejorar la toma de decisiones estratégicas.
- Cambio cultural: Las empresas pueden necesitar cambiar su cultura empresarial para mejorar la colaboración, la comunicación y la innovación. Esto puede implicar la mejora de las políticas de recursos humanos, la promoción de un ambiente de trabajo positivo y el fomento de la creatividad y la iniciativa.
En estos tiempos de cambios ¿es suficiente?
Posiblemente sea condición necesaria pero no suficiente, pensemos en los ejemplos clásicos de Blockbuster, Kodak. Nokia y tantos otros que sí hicieron muchos esfuerzos para “frenar la caída” sin éxitos.
La revisión del propósito de una empresa es un paso fundamental en la transformación de negocios, ya que permite a la empresa replantear su razón de ser y establecer un nuevo rumbo para el futuro. Esto puede implicar cambios significativos en la forma en que la empresa opera y se relaciona con sus clientes, empleados, accionistas y otros grupos de interés.
Ahora sí, el proceso va tomando forma.
¿Ya está? No, pero puede ser un buen comienzo. La decisión de cambiar siempre es más sana que la obligación pues tal vez ya sea tarde. Según el autor Llewellyn 4 son los pasos para la transformación: visualizar, comprometer, optimizar y transformar. El autor sostiene que aproximadamente el 70% de los cambios organizacionales fracasan por motivos de colaboración, integración, abastecimiento o gestión de proyectos insuficientes.
Cambiar es un proceso complejo que requiere de la colaboración y el trabajo en equipo de diferentes áreas y departamentos dentro de la empresa y con proveedores clave. Al trabajar juntos de manera efectiva, los equipos internos y externos pueden identificar problemas y soluciones más rápido, aumentar la eficiencia y reducir los costos, y asegurarse de que la transformación de negocios se realice de manera efectiva y sostenible.
Se estima que el 15% de los procesos de transformación son exitosos. Según Kristina Martic el fracaso se da por la falla en la comunicación con los diferentes stakeholders, compromiso y alineación de los empleados con los nuevos objetivos.
Parece sencillo y no lo es, pero no hacer nada, es la peor de las decisiones.
"En cualquier momento de decisión lo mejor es hacer lo correcto, luego lo incorrecto, y lo peor es no hacer nada" - Theodore Roosevelt (1858-1919).
Socio de Consultora HRC
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