De las distintas intervenciones en los mercados, probablemente el caso de la carne vacuna sea el más emblemático del país dada su histórica recurrencia, especialmente desde la segunda mitad del siglo pasado. La cronología (que también sugiere la pregunta: ¿por qué ser ganadero en la Argentina?) explica el estancamiento de la actividad económica más tradicional y antigua en el territorio. En los países vecinos mientras tanto la misma seguía creciendo, al punto de alcanzar hoy lugares prominentes en el mercado internacional, como el caso de Uruguay, o de llegar al primer puesto como proveedor de carne del mundo, tal el ejemplo de Brasil. Esto tiene un valor mucho más significativo aún, al demostrar lapidariamente el fracaso histórico que tuvieron todas las injerencias en el mercado de hacienda y de carne, que los sucesivos gobiernos cosecharon en el tema.
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En prácticamente todos los casos, además, la incertidumbre y el temor generado por la intervención estatal derivaron en protestas sectoriales de variada magnitud. El dato más demostrativo del retroceso surge de la involución entre la cantidad de habitantes y el número de cabezas vacunas. Es que mientras al iniciarse el siglo XX ésta era de casi 5,5 vacunos por argentino, en la actualidad apenas ronda 1,3 por habitante, de donde se desprende también la creciente tirantez entre la oferta y la demanda, tanto para el consumo interno como para la exportación, no cubierta por el crecimiento productivo que permitieron los avances tecnológicos de un siglo.
Si bien durante los dos gobiernos de Juan Domingo Perón se llegó a todas las formas de intervención posibles (desde el famoso IAPI, hasta la intervención a CARBAP, quitándole su personería jurídica, según consigna el politólogo Juan Cruz Jaime en su libro « Carne: ¿quo vadis?»), y posteriormente también hubo distintas divergencias con el sector, se tomarán solamente las medidas intentadas después a partir del gobierno de Arturo Illia, en 1963. A saber:
1963: Decreto 1043 limitando las exportaciones de carne, y la posibilidad de precios máximos.
1964: precios máximos para cortes delanteros. Veda 2 veces por semana. Prohibición de faena de animales chicos. Impuesto sobre la diferencia entre precio internacional e interno, para crear un fondo compensador. Retenciones.
1965: obligatoriedad de vender exclusivamente en Liniers (ensayo que ya se había hecho en 1954). Cuotificación diaria de los frigoríficos. Suspensión de faena 2 veces por semana. Veda.
1966: cae Illia, asume Juan Carlos Onganía. Adalbert Krieger Vasena reimplanta las retenciones (15%) y la veda, eliminadas poco antes. Aparece el «primer acuerdo de precios», de la mano de Carlos Moyano Llerena.
1968: gran epidemia de aftosa y primeras restricciones comerciales de la Unión Europea, que deprimen las exportaciones.
1969: se controla la inflación, pero Krieger es reemplazado por Dagnino Pastore.
1970: Onganía es reemplazado por el general Levingston. Vuelven la reducción de la faena y la veda. Asume en Economía Aldo Ferrer. Alejandro Lanusse reemplaza a Levingston y deroga todas las intervenciones.
1971: crisis de la carne por la gran liquidación de hacienda desde el '67. Se repiten la veda, impuesto a los precios altos, y la fijación de máximos y mínimos.
1972: por falta de resultados se derogan las medidas anteriores y se promulga una desgravación impositiva de gran alcance.
1973: comienza a limitarsela desgravación. Asume Cámpora y luego, nuevamente, Juan Domingo Perón. Se deroga la ley de Carne y se da autarquía a la Junta Nacional de Carnes, con capacidad de comprar y vender hacienda. Precios máximos, autorización de decomisos, se cuotifica la faena, se eliminan a los matarifes, se prohíben las compras directas, etc.
1974: en Economía se suceden José Bel Gelbard, Alfredo Gómez Morales, Celestino Rodrigo, Pedro Bonani, Ernesto Corvalán Nanclares, Antonio Cafiero y Emilio Mondelli.
1976: cuotas de faena. Cae el gobierno de Isabel Martínez. Se eliminan restricciones y retenciones.
1978: surge la nueva Ley de Carnes. Crece el consumo interno.Sobrevaloración del peso. Altas tasas.
1984: Bernardo Grinspun reimplanta la veda.
1985: se autoriza a Comercio, con intervención de Agricultura, a comprar ganado y carne en el exterior. Asume Roberto Lavagna como secretario de Comercio Exterior y Juan Sourrouille en Economía. Se imponen precios máximos.
1986: se importan 38.000 t de pollos, luego conocidos como «Mazzorín», para bajar el precio de la carne.
1988: Inundaciones. Protesta del campo (junio). Plan Primavera. Contrapunto Alfonsín-Alchouron en La Rural.
1989: asume, 6 meses antes, Carlos Menem.
1991: se eliminan restricciones y retenciones. Se implanta el IVA. Se disuelve la Junta.
1998: se elimina la aftosa. Aumenta el IVA a 21%. Se crea la ONCCA. Crece la evasión fiscal.
1998: baja el IVA a la carne a 10,5%.
2001: Reaparece la aftosa. Se caen los mercados ganaderos, los negocios e inversiones.
2002: Asume Eduardo Duhalde con Jorge Remes Lenicov en Economía. Se reimplantan las retenciones.
2003: Llega Néstor Kirchner al gobierno. Hay un brote de aftosa en el Norte.
2004: comienza a recalentarse el mercado internacional.
2005: Lavagna rechaza eliminar las retenciones y promete créditos blandos. Se instauran precios de «referencia» y comienza el límite al peso de faena. Eliminan reintegros a los frigoríficos.
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