3 de noviembre 2019 - 00:01

Estrategias financieras para la transición

Pasadas las elecciones, ya hay algunas certezas. Se percibe un escenario más equilibrado en el poder.

Habiéndose despejado la incertidumbre electoral, los inversores cuentan con al menos una certeza. Si bien falta poco más de un mes para el traspaso de mando, cada encuentro político, medida o anuncio económico brinda importantes señales para el mercado y constituyen actos de gobierno.

En el mercado estaba descontado un escenario similar al de las PASO con una ventaja muy abultada del Frente de Todos por sobre Juntos por el cambio, por lo que de alguna manera sorprendió la reducción de la brecha entre ambos espacios en términos de votos.

Esto permite pensar en un escenario mucho más equilibrado de poder, con necesidad de consensos, que, dependiendo de los dos primeros años de gestión de Alberto Fernández podrán inclinarse para uno u otro lado.

En principio el primer encuentro entre ambos mandatarios dio una buena señal de diálogo que permite pensar en una transición ordenada.

Lo urgente, la deuda

Así las miradas estarán puestas, además de la definición del gabinete (especialmente el económico) y reparto poder puertas adentro del espacio del Frente de Todos, en el tratamiento que tendrá la deuda y el proceso de reestructuración a llevar a cabo. Deberá también abordar los desequilibrios fiscales, con posibilidades de financiación muy limitadas.

Como una primer definición, las conversaciones/negociación con el FMI nos van a dar una pauta de que tan amistoso u hostil será el proceso, que desde ya será más extenso, con los tenedores privados de bonos. Destrabar el desembolso pendiente del FMI podría dar cierto aire a las urgencias de corto, pero de fondo será necesario discutir la transformación del stand-by en un posible programa de facilidades extendidas, con plazos de pagos más generosos.

Alternativas de inversión

Hasta tanto no exista claridad en relación al programa económico y un potencial acuerdo por la deuda (que esperemos llegue antes de un default, ya que en contraposición el escenario sería mucho más complejo), sugerimos a los inversores conservadores mantenerse lejos de las alternativas en renta fija y variable local, y que si no lo han hecho aún, busquen la mejor oportunidad para dolarizar sus inversiones.

Con el mercado cambiario limitado a un máximo de 200 dólares por mes, el dólar bolsa vuelve a ser una de las pocas vías legales para dolarizar excedentes en pesos. La cotización del dólar bolsa ha tenido grandes fluctuaciones, pero luego del resultado electoral -y con cierta menor demanda de cobertura- se ha visto presionada a la baja. Las cotizaciones del contado con liquidación han ido afectando

Como opciones conservadoras, a nivel local Fondos comunes latam y cauciones son los instrumentos más previsibles. Sugerimos también sumar al portafolio exposición a oro y metales preciosos como refugio, ante posibles escenarios adversos a nivel global. Puede ser a través de ETFs o bien compañías del sector minero.

Para aquellos inversores con un mayor apetito de riesgo, la renta fija argentina en dólares sigue en niveles cercanos a los mínimos post paso. Aquellos con legislación local en paridades en torno al 38% y los de ley extranjera alrededor del 44%. Es importante tener en cuenta cuando analizamos el spread entre legislaciones, los bonos con legislación extranjera abonan renta y amortización con dólar cable en el exterior, y hoy en día los dólares fuera de argentina valen en torno a un 5% más.

Los precios de los bonos descuentan un escenario de reestructuración muy agresivo, por lo que para quienes son optimistas, puede ser una oportunidad. Esto acompañado de un contexto exterior un poco más benigno con tasas de la Fed en baja, que beneficia de corto a la deuda emergente.

Sin embargo, es importante destacar que la volatilidad y precios actuales son solo para inversores avezados y también para los llamados distressed funds, acostumbrados a lidiar con este tipo de escenarios. No hay que comprometer liquidez que necesitemos en el corto/mediano plazo.

En soberanos ponderamos mejor los bonos largos (Par y Discount), y especialmente algunos bonos provinciales aunque acá siendo selectivos en la historia de crédito que hay detrás -así vemos en CABA, Santa Fe, Neuquén y Córdoba como las mejores alternativas-. También los bonos corporativos pueden ser una buena escapatoria al riesgo soberano.

En relación a la renta fija en pesos, con las nuevas restricciones cambiarias es probable que haya una mayor demanda de corto plazo. Las reservas están más protegidas, y por ello es natural seguir pensando en un escenario de baja tasas (también el nuevo presidente se mostró a favor de esta tendencia). En consecuencia, debemos ser selectivos en las oportunidades que por momentos se puedan llegar a observar. Bonos que ajustan por tasa de política monetaria como el TJ20 podrían ver afectados sus futuros cupones en una coyuntura como la esperada. De hecho, ninguna lectura de tasas hoy puede hacerse sin pensar en nuevas reestructuraciones, por ello tanto en lecaps como bonos en pesos encontramos niveles muy por encima del 100%. Posiciones vinculadas al CER, con una inflación que será, como es usual difícil de encarrilar probablemente sean las más favorecidas en el nuevo contexto.

(*) Gerente Comercial de PPI

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