A lo largo de todo el mundo, la industria del turismo constituye uno de los sectores más dinámicos y transformadores de las economías regionales. Argentina no es la excepción: nuestro país posee diversidad natural, riqueza cultural, talento humano y una historia tan rica como extensa. Todos estos elementos hacen del territorio argentino un destino único y sumamente atractivo. Sin embargo, para que el rubro desarrolle todo su potencial es necesario impulsar medidas que den cuenta de su rol estratégico para el crecimiento nacional.
Una visión global para transformar el turismo local
Es importante volver a remarcar que la industria turística impacta directamente en una multiplicidad de actividades a lo largo y ancho del país. En definitiva, si crece el turismo, crece la Argentina.
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A la industria del turismo le sobran condiciones para funcionar con relativa independencia respecto a la volatilidad de la coyuntura.
El turismo conforma un motor económico clave en tanto es transversal a múltiples actividades productivas y representa una herramienta estratégica para el posicionamiento del país a nivel global. Para consolidar la integración de la industria turística en los distintos proyectos de crecimiento nacional es importante atender a un aspecto determinante: no debe ser abordada como un rubro accesorio, sino como una política de Estado. Frente a esta centralidad, se hace evidente la necesidad de implementar una serie de iniciativas para potenciar y reforzar el sector.
En primer lugar, es necesario comprender que a la industria le sobran condiciones para funcionar con relativa independencia respecto a la volatilidad de la coyuntura. Reconocer la amplitud del ecosistema turístico puede ayudar a generar un fortalecimiento en la diversidad, el cual permitirá avanzar hacia un estadio de mayor autosustentabilidad.
De esta manera, el sector podrá crecer gracias a su propio dinamismo y no a partir de la dependencia de agentes externos. Para esto también es imprescindible iniciar un curso modernizador que permita ampliar los vínculos del turismo argentino con el mundo, en pos de maximizar sus recursos y posibilidades.
Ahora bien, a pesar del papel central que adopta la autosustentabilidad de cara al desarrollo del sector, ninguna industria crece en el vacío. Para que el turismo nacional compita con éxito en el mundo es fundamental construir una agenda estructural junto al Estado y el Congreso. La instauración de un régimen fiscal diferenciado, reformas laborales sectoriales y reducción de cargas distorsivas son algunas de las demandas de quienes integran la cadena de valor del rubro. Es importante volver a remarcar que la industria turística impacta directamente en una multiplicidad de actividades a lo largo y ancho del país. En definitiva, si crece el turismo, crece la Argentina.
Es en este sentido que, ante el rol articulador de la industria turística en la economía, la creación de una agenda nacional del turismo se presenta como una tarea sumamente importante. En ella deben contemplarse todos los campos que juegan un papel en el turismo argentino, como la infraestructura, la conectividad y la logística. La incorporación de nuevas tecnologías también debe ser un horizonte innegociable, ya que estas configuran otra condición necesaria para competir en los mercados globales.
Los protagonistas del sector tienen que ser capaces de tomar decisiones basadas en datos, optimizar la gestión operativa y mejorar la experiencia del visitante. Destinos como Singapur, Dubai y Barcelona son la prueba del éxito de esta estrategia, y la Argentina tiene todo lo necesario para sumarse a esa lista.
El turismo argentino se encuentra ante una oportunidad de transformación inédita en su historia. El sector debe ser parte activa del proceso de cambio que está viviendo la economía nacional, no puede estar de espaldas al rumbo que ha tomado el país en términos de eficiencia y transparencia de recursos.
Debemos tener con el Gobierno Nacional una relación pragmática, técnica y basada en resultados: si se invierte en turismo, el impacto se medirá en más empleo, más rentabilidad y más desarrollo regional.
El objetivo principal debe ser el desarrollo de un turismo donde el empresario no adivine, sino que decida con precisión. Donde el visitante no se frustre, sino que recomiende. Donde el país no improvise, sino que planifique con evidencia. Esa es la Argentina turística que hay que construir.
Presidente y CEO de Messe Frankfurt Argentina, Presidente de AFIDA y Vicepresidente de la Cámara Argentina de Turismo.
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