22 de julio 2003 - 00:00

36 listas en Capital aseguran nuevas crisis en la Legislatura

Los principales candidatos a jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra y Mauricio Macri competirán con otros 24 postulantes en la elección del 24 de agosto próximo. En el cuarto oscuro de la Capital Federal habrá además 36 listas de candidatos a legisladores porteños y otras tantas de diputados nacionales por el distrito.

De los 43 partidos que se presentaron originalmente, quedaron 36 listas con posibilidades de oficializarse.

Ese trámite lo terminará mañana el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires, que tiene para resolver algunas impugnaciones antes de pasar toda la documentación a la Justicia Electoral nacional que será la que finalmente se encargará del acto comicial y el posterior escrutinio.

Los jueces deberán ratificar el dictamen preliminar sobre la impugnación que el macrismo presentó contra Fuerza Porteña, la nueva alianza de Ibarra. La queja partió por una corrección en la lista de candidatos que hizo el ibarrismo, pero que en principio aceptó el Tribunal. Además, ayer se presentaron otras cinco impugnaciones, entre ellas contra uno de los frentes que acompañan a la fórmula Macri-Rodríguez Larreta (h). Ese pedido lo formuló el partido Cambio con Justicia Social, que postula a Jorge Rodríguez como jefe de Gobierno, por considerar que no cumplen con el cupo femenino. Según la presentación, el segundo candidato a legislador de cada lista debe ser de sexo opuesto al primero y en el caso de Frente para la Esperanza Porteña, alianza que apoya a Macri, no cumpliría ese requisito.

La diversidad de las boletas electorales, muchas con candidatos desconocidos o partidos recién estrenados, tiene su explicación en la oportunidad de renovarse por última vez la totalidad de las bancas porteñas. Como plus, completa el cotillón electoral que en la Capital Federal no se requiere piso de votos para el reparto con el sistema D'Hont y de ese modo un legislador tiene posibilidades de consagrarse como tal con unos 20 mil votos. Esa diversidad augura que la próxima Legislatura exhiba, igual que la actual, un número de bloques inusual, sobre 60 bancas, más de 20 grupos. De ese modo las reuniones de Labor Parlamentaria son casi un recinto y los acuerdos gozan de la llamada transversalidad cualquiera sea su origen, es decir, agrupamientos de ocasión para elevar la mano. Hace casi imposible la sanción de leyes importantes, como la pendiente descentralización que debe dividir en zonas a la Capital Federal para permitir el voto de las autoridades de esas comunas y el manejo independiente de cierta cuota presupuestaria.

Por otra parte, Macri e Ibarra, llevan varias listas distintas de candidatos a legisladores. El empresario, además de la propia, adosa tres y el jefe de Gobierno dos más. Eso les permite triplicar el gasto en la campaña electoral.

• Ardid

La ley porteña establece la posibilidad de gastar hasta $ 0,40 por elector de la Ciudad y por categoría, pero en la elección anterior Ibarra, quien se consagró jefe de Gobierno, recurrió al ardid de haber sido acompañado por boletas de distintos partidos para triplicar el gasto, que hoy sería de $ 1.040.000 para la campaña de legisladores y otro tanto para la de jefe de Gobierno, mientras que para diputados nacionales es mayor.

Con esa cuenta,
Macri admitió que gastaría menos de $ 6.000.000, que es el límite legal, mientras que otra candidata, Patricia Bullrich, se quejó de no poder gastar tanto al llevar sólo una lista de candidatos a legisladores porteños y otra a diputados nacionales y consideró que no debería sumarse el presupuesto de cada boleta cuando los candidatos sean los mismos.

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