Apura Macri sanción de dos leyes para calmar a proveedores
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Una es la referida a la autonomía del Teatro Colón, que conduce Horacio Sanguinetti, quien la semana pasada logró un acuerdo judicial con un ex profesor del Colegio Nacional Buenos Aires, que le evitó que una causa por supuestas calumnias continúe.
Los diputados le han prometido que se estaría por llegar a un acuerdo, que por cierto resiste el kirchnerismo, para que el Colón funcione como una empresa estatal.
Pero hay otras dos normas que, de no aprobarse con cierta celeridad le complican a Macri el desarrollo de obras y reparaciones en la Ciudad. Son las dos leyes referidas al trato con proveedores.
Uno de esos proyectos, casi un «pagadiós», busca la emisión de documentos para cancelar $ 800 millones de deuda que vienen de la gestión anterior. Es decir, que ya tienen, como poco, siete meses de retraso en la cancelación de las facturas. Son contratistas que actualmente prestan servicios a la Ciudad y que podrían declararse en rebeldía ante la falta de una solución para esas deudas que comenzaron a reclamar ni bien Macri tomó el despacho de Bolívar 1. Pero, para compensar la mora, el macrismo quiere la sanción de otro proyecto, que es el de redeterminación de precios. De esa manera podrá actualizar las deudas y también cree que dará tranquilidad a los proveedores para agilizar la readecuación sin tener que contar con un permiso especial de la Legislatura.
En principio, la oposición quiere el detalle de esas cuentas, para analizar cuánto se debe de trabajos y servicios y cuánto de actualización. Desde la oficina de Hacienda, que conduce Néstor Grindetti, se ha convencido a la mayoría de los acreedores acerca de la compensación que representará la ley de redeterminación de precios y a la vez un pagaré a largo plazo para cancelar facturas del año pasado.
Esa buena voluntad, sin embargo, teme el macrismo que rompa el límite. Por eso el jefe porteño quiere que la Legislatura, la próxima semana vote a favor de esas dos normas, además de la autonomía del Teatro Colón.
Para el regreso de las vacaciones, la agenda se verá aún más compleja: todavía no se aprobó la ampliación del Presupuesto por unos $ 600 millones para hacer frente al aumento salarial que otorgó el gobierno al plantel de municipales y también a la planta política, incluidos ministros. Antes de setiembre, también tienen que estar aprobados los pliegos para la concesión de un nuevo servicio de recolección de residuos domiciliarios, que cambiará el sistema y ampliará los plazos, pero del que sólo tendrán participación tres empresas. Y en setiembre será el turno de la ley de presupuesto, el primero que se aprobará con Macri en el cargo.
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