Secuestraron los celulares de dos asesoras de Milman: una de ellas borró toda la información

Carolina Gómez Mónaco y Ivana Bohdziewicz fueron citadas a declarar por haber estado con el legislador cuando un testigo señala que dijo "cuando la maten voy a estar camino a la costa" días previos al atentado a Cristina Kirchner.

Dos asesoras del diputado nacional del PRO Gerardo Milman entregaron este jueves sus teléfonos celulares al fiscal Carlos Rívolo y declararon por segunda vez como testigos en la causa por el atentado a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Carolina Gómez Mónaco y Ivana Bohdziewicz fueron citadas por la Justicia ya que un testigo afirmó haberlas visto con Milman el día en el que el diputado habría admitido tener conocimiento del atentado a la titular del Senado, dos días antes de que ocurriera. El testigo asegura haber escuchado al legislador decir "cuando la maten voy a estar camino a la costa".

Tanto Gómez Mónaco como Bohdziewicz negaron que su jefe les hubiera afirmado eso y aseguraron que tampoco hizo menciones a un eventual ataque contra Fernández de Kirchner.

La primera dijo que había cambiado el celular pero que todos los mensajes e intercambios con Milman estaban guardados. Por su parte, Bohdziewicz explicó que había borrado información íntima: "Yo borré todo porque no había posibilidad de seleccionar solo algunas cosas y tenía fotos íntimas mías comprometedoras. Para eso me asesoré. De todas formas, quiero aclarar que nunca hablé de nada relacionado con el atentado a la Vicepresidenta en cuanto a una participación criminal en el mismo. Si hemos hablado sobre el tema del atentado, desde el punto de vista de lo que se escuchaba por los medios", señaló.

Contradicciones en las declaraciones iniciales

Las asesoras tuvieron que entregar sus celulares a la Justicia por las contradicciones en sus primeros testimonios en relación a sus respectivas presencias en la confitería Casablanca y al tema de conversación de aquel encuentro.

Gómez Mónaco aclaró que las declaraciones contradictorias fueron porque "no recordaba exactamente lo que había pasado el 30 de agosto porque me hicieron venir repentinamente a declarar, pero luego con mi compañera, atando cabos, recordé que había salido con mi Jefe de una oficina".