• Tuvo momentos emotivos el encuentro de Kirchner con residentes argentinos en Alemania, en la recepción ofrecida en la embajada de ese país en Berlín. Como no podía ser de otra manera, no faltaron empanadas, vino, carne y humita para ambientar la reunión. Tras la intensa jornada de encuentros con empresarios, el Presidente y su esposa concurrieron a la sede de la embajada, donde los esperaban 200 argentinos que viven en Alemania, que cantaron emocionados el Himno Nacional tras escuchar las palabras del Presidente. Amenizaron el encuentro el bandoneonista del Sexteto Mayor, Luis Stazo, la reconocida bailarina Celia Millá, el plástico Miguel Roschild y la actriz vanguardista Constanza Macras, entre otros.
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• «¡¿Querés que lo empujemos?!», gritó el ministro de Educación, Daniel Filmus, a metros de una nave Lamborghini. El auto parecía tener dificultades para arrancar o al menos era tan sofisticado que el encendido se presentaba complicado. El que adentro intentaba dar marcha una y otra vez era nada menos que Carlos Reutemann.
• También en la visita a la planta de Wolkswagen, Néstor Kirchner admitió que rara vez conduce y que no le gusta hacerlo. «Cuando salimosen auto, casi siempre maneja Cristina», confesó. Al principio, el santacruceño se acercó con cierta timidez a la hilera de autos en exposición en un ingreso a la planta. Se entusiasmó cuando vio un nuevo modelo del Passat, y en cuanto llegó al Bentley, no tuvo dudas: «Quiero éste», dijo. Según Reutemann, el modelo se acerca a un valor de un millón de dólares.
• Además de los autos oficiales, la delegación argentina tiene una serie de camionetas adjuntas para trasladarse. Ayer a la mañana, en la puerta del Hotel Regent que hospeda a Kirchner, el número de camionetas se había duplicado. Ocurre que los vehículos que utiliza la comitiva son Mercedes-Benz, por lo que VW mandó los convenientes reemplazos para visitar la planta de Wolfsburg.
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