10 de noviembre 2006 - 00:00

Bergoglio se opuso a pedir una audiencia con Kirchner

Jorge Bergoglio
Jorge Bergoglio
«No es momento para reunirnos con el presidente Néstor Kirchner. De ninguna manera.» La frase del cardenal Jorge Bergoglio resonó contundentemente en la casa de ejercicios El Cenáculo-La Montonera, de Pilar, donde más de 70 obispos estaban reunidos en una cumbre plenaria.

El enojo latente del purpurado con el Presidente no dejó ninguna duda.

Bergoglio ni siquiera aceptó que se sometiera a votación la moción presentada por el arzobispo de Santa Fe, José María Arancedo, quien osó proponer que la Comisión Ejecutiva del Episcopado diera el primer paso hacia la reconciliación con el gobierno y solicitara una audiencia en la Casa Rosada.

El incidente ocurrió al comienzo de la 92ª Asamblea Plenaria del Episcopado, cuando los obispos se dedican a exponer sus visiones sobre la realidad nacional. El pedido de Arancedo apuntaba a que Agustín Radrizzani (vicepresidente segundo), Sergio Fenoy ( secretario general) y Luis Villalba (vicepresidente primero) solicitaran un encuentro con Kirchner para bajarle el tono al fuerte enfrentamiento que la Iglesia Católica y el gobierno nacional mantuvieron con Misiones como principal escenario.

  • Ironía

    «Cuidado que el diablo penetra también las sotanas», fue sólo una de las burlonas frases que el Presidente le dedicó al Episcopado, cuyo jefe avaló personalmente la candidatura del obispo emérito de Puerto Iguazú, Joaquín Piña, para frenar la reelección indefinida del gobernador kirchnerista Carlos Rovira ( Misiones). Luego del triunfo de Piña, Kirchner se llamó a silencio, pero impulsó rápidamente en el Senado la aprobación del CEDAW, un protocolo que la Iglesia considera un paso más para despenalizar el aborto.

    Por eso, razonaban desde el Episcopado, aunque ni Bergoglio ni Kirchner se atacaron frontalmente luego de los comicios misioneros, el clima para un encuentro entre las partes todavía sigue siendo extremadamente sensible. Los efectos adversos de la derrota de Rovira en Misiones siguen precipitándose día a día: Felipe Solá debió renunciar a su ambición reeleccionista, al igual que el gobernador jujeño Eduardo Fellner. Y ayer en la Casa Rosada especulaban con las consecuencias negativas que el triunfo de Piña podría provocar para el mismísimo Kirchner en caso de querer renovar su mandato en 2007. «¿Por qué los gobernadores deberían renunciar a las reelecciones y no el Presidente?», razonaban desde los despachos de varios legisladores oficialistas en el Congreso.

    De llegar a tambalear la reelección presidencial a partir del caso Misiones, entonces la crisis Iglesiagobierno no tendría marcha atrás. Kirchner seguiría estigmatizando a los dirigidos por Bergoglio como un « partido opositor», y el Episcopado seguiría aduciendo que su rol en Misiones fue exclusivamente institucional pero apartidario.

    La petición de Arancedo, de pedir una audiencia con el Presidente, fue avalada por otros obispos, como Carlos Franzini (San Rafael), entre otros. Estos monseñores pertenecen al denominado «Club de San Isidro», iniciado por el obispo predecesor de Jorge Casaretto, Antonio Aguirre, y continuidaden los 90 por Justo Laguna. De perfil moderado, este club de obispos siempre impulsó las buenas relaciones con el poder político. Y por eso ahora no quieren descuidar el vínculo con la Casa Rosada. Tanto, que criticaron el liderazgo de Piña en un frente opositor al kirchnerismo misionero.

  • Vacuna

    Otro tema debatido en el cónclave de obispos en Pilar fue la campaña que el Ministerio de Salud realizó a favor de la vacuna contra la rubéola. La Iglesia Católica considera que se trata en realidad de una campaña encubierta para reducir la fertilidad de las mujeres y avanzar en la planificación familiar. Los choques con la cartera de Ginés González García se habían iniciado cuando el obispo castrense, Antonio Baseotto, sugirió en 2003 arrojar al ministro al mar por su defensa de la despenalización del aborto.

    La Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina culminará mañana, luego de una jornada donde se analizó la actividad que desarrolla Cáritas en el país. Se espera que el contenido del documento final advierta sobre la exclusión social y el avance de las posturas pro abortistas.
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