Contra lo que esperaban los curiosos, el tema Bolivia dominó el diálogo que anoche tuvo Cristina de Kirchner con el secretario de Asuntos Hemisféricos de los Estados Unidos, Tom Shannon. En la reunión que mantuvieron anoche en la Casa de Gobierno éste fue el único punto de importancia que abordaron. La Presidente le planteó al visitante la preocupación de la Argentina por la «integridad territorial en América latina». Shannon se sorprendió y le pidió saber a qué se refería. «Hablo de Bolivia, que es un país clave en la región por el tema energético, y hay tensiones hasta de división territorial.»
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Con libreto bien aprendido -es la especialidad de la ex senadoralo arrastró al diplomático a adoptar un tono casi de disculpa: «Por supuesto que nosotros estamos también por la preservación territorial de Bolivia y de todos los países de la región. No podría ser de otra manera». Estados Unidos tiene toda una historia en las crisis bolivianas, como la tiene la Argentina que para el resto del mundo es una especie de protectorado que este gobierno ha querido reflotar en sus acuerdos energéticos. Llevar a Shannon a que se expresase en esos términos lo sacó del libreto esperable.
La Presidente buscó tomarle examen al funcionario también en otro tema, más fantasioso y colgado de algunas especulaciones periodísticas: la fantasmal IV Flota que navegaría por las aguas de América latina. «¿Qué es lo que busca su país con esa flota?», leyó Cristina de Kirchner como si no supiera más que lo leído en una nota de «Clarín» que amplificaron otros dos fantasiosos con marca en orillo como Fidel Castro y Hugo Chávez. «Es un barco hospital, sin portaaviones, que tiene misiones humanitarias en grandes desastres, que sólo tiene vigías para detectar narcotráfico a escala atlántica, que va a navegar sólo por aguas internacionales y no va a entrar en ningún río», recitó Shannon. «¡Ya se lo dije a Lula, también!», se rió el visitante. «¿Entonces?», fue el gesto presidencial. «Fue un error de comunicación de nosotros, debimos aclarar todo esto mucho antes.»
Temario
Esta vez el papelito con los temas lo manejó la Presidente, tanto que dejó mudos a todos los demás asistentes a la reunión: los embajadores Héctor Timerman, Vittorio Tacchetti, y Anthony Earl Wayne, el subsecretario del Tesoro, Brian O'Neill, y a los ministros-Fernández (Carlos y Alberto), a quienes dio orden de no abrir la boca. Ni cuando la Presidente le preguntó a O'Neill por un pronóstico de las consecuencias de la crisis hipotecaria en la economía internacional. El subsecretario dio números de los afectados y dijo que se concentran en tres o cuatro estados (entre ellos, Florida, California y Arizona). ¿Se volverá a repetir? «Acá han fallado los órganos de regulación -explicó O'Neill-. Va a llevar muchos años simplificar y unificar la tarea de muchos órganos de control que se superponen pero impiden prevenir estas crisis.» ¿Ese dinero se va a la especulación alimentaria? «Puede ser -explicólos capitales buscan negocios en dónde los hay, pueden ir a los alimentos o a otras actividades.»
El último tema que distrajo a tan altas magistraturas fue lo que la Presidente llamó la «democratización de los medios». Fue cuando elogió los acuerdos de cooperación tecnológica que firmaron ayer los dos países. «La tecnología,la tecnología, qué importante es la tecnología», se plugó la primera magistrada. «Antes, cuando estaban los monjes y Gutenberg, eran los únicos que podían dominar el conocimiento. Pero la tecnología -dijo, mientras anotaba Shannon sin que nadie se diera cuenta- terminó con eso. Hoy permite que ningún pequeño grupo controle el conocimiento, ni los medios. Por eso estamos tanto por la democratización de los medios...»
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