En anticipada campaña electoral en el distrito donde más adhesiones ha cosechado, la Ciudad de Buenos Aires, Elisa Carrió incursionó ayer en la defensa de temas vecinales contra la administración de Mauricio Macri.
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La ex diputada desembarcó en el histórico barrio de San Telmo para animar la protesta de asociaciones vecinales que reclaman la conservación del patrimonio urbanístico que alberga la zona y que aducen que el Gobierno porteño afectará con un plan que, entre otras modificaciones al paisaje, quitará el adoquinado y las antiguas farolas.
Carrió dijo que Macri «no tiene mala intención», sino «ignorancia» por llevar a cabo esos arreglos que definió «como hacerle un bótox a San Telmo», que conforma parte del casco histórico de la Ciudad y es paseo obligado de turistas por su arquitectura, la actividad cultural, el testimonio histórico del crecimiento de la ciudad y el empedrado, tal como promocionan las guías para atraer a los visitantes.
La dirigente de la Coalición Cívica se reunió con los vecinos que intentan detener también el levantamiento del adoquinado que colocó la gestión de Aníbal Ibarra en el marco de un plan de conservación de acuerdo con una ley porteña.
Carrió consideró que Macri, con «ese impulso por obras de cualquier naturaleza, está creando un caos enorme en la Ciudad, va a tener problemas y está destruyendo zonas de patrimonio histórico». En la esquina de Defensa y Humberto I, hasta donde llegó acompañada por los legisladores Enrique Olivera, Teresa Anchorena y Diana Maffía, la ex diputada participó de una reunión de rechazo a las obras que ya fueron adjudicadas por la gestión macrista. Pero los vecinos ya habían presentado la queja ante la Justicia que, precisamente ayer, falló en contra del Gobierno porteño y determinó «no innovar» en la cuestión.
Espanto
Según Carrió, recientemente paseó por el barrio con uno de sus hijos y quedó «espantada» cuando vio que se iban a levantar los adoquines, que instaló en 2000 el ex jefe de Gobierno, Ibarra, en el trazado de Defensa.
Del encuentro de ayer participaron las agrupaciones Anticuarios y Amigos de San Telmo y San Telmo Preserva, que aclararon que la iniciativa vecinal no está asociada «ni al kirchnerismo, ni a macristas».
«El país ama a San Telmo, ama a Buenos Aires», dijo Carrió y se inspiró comparando con que «tenemos una ancianidad maravillosa, no le vamos a hacer cirugía».
«Le propongo en forma pública a Mauricio Macri que se reúna con los vecinos. Queremos dar nuestro apoyo, no venimos con ninguna especulación política», siguió en su discurso y reprochó también que el barrio estaba sucio.
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