Carrió prometió a empresarios eliminar impuesto al cheque

El probable ministro de Economía de la Coalición Cívica en un eventual gobierno, Alfonso Prat- Gay, y Elisa Carrió anoche en una reunión con la Asociación Empresaria Argentina.

Elisa Carrió y su eventual ministro de Economía, Alfonso Prat-Gay, llevaron anoche sus propuestas de gobierno al seno de la Asociación Empresaria Argentina, donde debieron responder a cuestiones como la relación con Brasil y las causas actuales de la inflación, además de dudas sobre la gobernabilidad si llegara la candidata a la presidencia.

El encuentro fue el último que realizaron los empresarios con candidatos a presidentes. Ayer, Carrió y Prat-Gay les prometieron eliminar el impuesto al cheque y crear «una Agencia Nacional de Emprendedores para fortalecer la creatividad y potenciar las industrias culturales».

Recibió a la candidata a presidenta y a su nominado ministro de Economía Luis Pagani, quien la presentó y luego los invitados (Carrió y Prat-Gay) se explayaron durante media hora sobre sus ya conocidas propuestas de desarrollo sostenible, dólar bajo y créditos en pesos a largo plazo.

Capitalismo

«Proponemos alejarnos del capitalismo de amigos que se ha prohijado en los últimos cuatro años y proponemos un capitalismo decente, con reglas institucionales claras y comportamiento republicano, porque es compatible la libertad económica con la Justicia social», les dijo Carrió a los empresarios, que manifestaron su preocupación por reglas claras de mercado.

Después de las oratorias, los participantes formularon unas pocas preguntas, entre ellas, se preocupó Jorge Aufiero ( Medicus) sobre cuál sería la política en salud, mientras que Pagani requirió sobre las relaciones en el Mercosur.

«Proponemos una alianza estratégica y complementaria con Brasil», dijo Carrió y que «para la estabilidad de Sudamérica es fundamental que la Argentina y Brasil cooperen para fortalecer la región. Debemos recuperar nuestra relación histórica con el Perú, que el actual gobierno abandonó», mencionó la candidata.

El economista sostuvo que «el objetivo es demasiado noble, largo e importante como para no aprovechar esta oportunidad única que tiene la Argentina dado por los precios internacionales» y agregó que «a pesar del crecimiento de 9%, si tomamos las estadísticas de las provincias y no las del INDEC, vamos a encontrar que estamos frente a la caída del salario real y el crecimiento de la pobreza». Habló entonces sobre la evolución de la inflación, que ubicó en el orden de 25%. «No va a espiralizarse, pero hay que controlarla ya», explicó y dijo que las causas se atribuyen a la excesiva demanda que aún no generó mayor oferta, y una sobredevaluación del peso.

«Quizá frente al dólar la devaluación fue grande, pero si se toma una canasta de monedas la depreciación del peso es enorme», dijo el ex presidente del Banco Central.

«Hoy, como en los noventa, vemos que la política del derrame no funciona», afirmó Prat-Gay y propuso «un cambio radical en la distribución del ingreso que hoy es igual de regresiva que a fines de 2001. Quedó demostrado que no alcanza sólo con crecer, sino nos enfocamos en los que menos tienen». Así les habló a los empresarios de la necesidad de impulsar una « reforma tributaria progresiva con eje en el pago del Impuesto a las Ganancias y la eliminación del impuesto al cheque, que en realidad es un impuesto a las pymes».

La candidata y su comitiva -María Eugenia Estenssoro, Patricia Bullrich y Enrique Olivera-salieron conformes de la exposición en la que consideraron hubo «muy buen trato» por parte de los anfitriones.

Estuvieron, entre otros, Sebastián Bagó, José Cartellone, Alfredo Coto, Enrique Estefani, Eduardo Elsztain, Julio Saguier, Jaime Campos, Fernando Bidegain y Ester Litovsky.

Segunda vuelta

Sobre el final le preguntaron a la ex diputada si realmente consideraba posibilidades de una segunda vuelta electoral. «Estamos muy cerca del ballottage», aseguró la candidata que en las últimas horas de campaña difunde precisamente esa consigna para conseguir votos. Pero agregó que «todavía falta, en el Gran Buenos Aires la candidata oficialista conserva ventajas».

Otra de las preocupaciones de los presentes fue cómo gobernaría en caso de ganar la votación. «Todas las lealtades cambiarán con la nueva presidencia. El cambio y el shock por el resultado electoral serán tan grandes que gobernadores y legisladores no tendrán más remedio que sentarse a negociar conmigo y mi gente», prometió.

Claro que no toda la concurrencia asintió sus discursos. En el tema energético, por ejemplo, no se explayó como esperaban algunos. «Hay que delinear bien qué hace el Estado y qué deben hacer los privados» y repitió que «es un problema de planificación».

«La Argentina está desaprovechando una gran oportunidad que le dan las condiciones internacionales muy favorables. Estas mismas condiciones poco menos que garantizan que no se producirá ninguna crisis en el futuro inmediato, aun cuando se produjera un cambio de gobierno como el que aspiramos», finalizaron los expositores.