Desde Gobierno descartan la convocatoria a un pacto social

"En los próximos días, vamos hablar, debatir, acordar. Porque también, si es necesario hacer una apertura de determinados productos porque evidentemente quienes lo venden hacen ejercicio de la posición monopólica", anticipaba el jueves la presidente Cristina de Kirchner. 

A esas rondas de diálogo, en su discurso también incluyó a los sindicalistas: "Los trabajadores deben saber que lo más importante hoy, para un dirigente sindical es garantizarle a su representado que va a seguir teniendo trabajo, registrado, legal todo el año. Esto es lo más importante", decía el jueves pasado. 

De esta manera, la jefa de Estado daba la señal que no está dispuesta a convalidar subas de salarios por encima del 25%. El modelo de convenio que quiere el gobierno que firmen todos los gremialistas es el alcanzado por el gremio de Luz y Fuerza que acordó una suba salarial del 30% pero a 18 meses. 

"A nosotros no nos llamó nadie", consignaba más de un dirigentes sindical perteneciente a la CGT Balcarce. "Antonio Caló nos confesó que cuando estuvo en Roma por la asunción del Papa, no cruzó ni una sola palabra con la presidenta", dando cuenta del escaso diálogo que existe entre el Gobierno y la central obrera supuestamente oficialista. 

De más está aclarar que difícilmente la CGT liderada por Hugo Moyano y la CTA que preside Pablo Micheli vayan a sentarse a negociar incrementos salariales inferiores al 25%.  

Por eso, en el Gobierno se atajan y aclaran que "la presidenta no convocó a ningún Pacto Social". Explican que la primera mandataria se ocupó de advertir a todos los sectores acerca de la necesidad de ser inteligentes y no poner en riesgo el modelo por pedidos desmesurados. 

El Gobierno considera que existe desmesura en el margen de ganancias que tienen, en líneas generales, los industriales como asimismo algunos gremios en sus demandas.
En el mensaje presidencial también hubo un reproche hacia los gobernadores e intendentes que suben impuestos y tasas municipales aumentando los costos empresarios. 

Ante la dificultad que enfrenta el Gobierno en ordenar las demandas de los gremialistas, como asimismo, que gobernadores e intendentes renuncien a percibir menos ingresos fiscales, en momentos en que, la mayoría se encuentra atravesando serios problemas de caja, la apuesta fuerte es disciplinar a los empresarios.
El secretario de Comercio, Guillermo Moreno, es el encargado de que "voluntariamente" los industriales congelen precios y absorban aumentos de costos y/o salarios a cuenta"de las extraordinarias ganancias que obtuvieron estos últimos años", justifican en los pasillos oficiales. 

Moreno enfrentará a los empresarios con una radiografía detallada de cuánto ganan, trabajo que viene llevando a cabo el vice ministro de Economía, Axel Kiciloff. 

Frente a la lógica reacción en contrario que pueda haber de los hombres de negocios, Moreno podrá mostrarles que el Gobierno sabe cómo administrar las empresas. 

Fue la propia Cristina quién contó el testimonio de un importante empresario: "El presidente de una importantísima cadena de supermercado contó que a partir de la aplicación de este acuerdo que hemos hecho sobre precios la situación cambió: cortaron las ofertas especiales que solían hacer sobre determinados productos; disminuyeron muy fuerte los gastos de publicidad y aumentaron en ventas al menos... tuvieron un aumento significativo en el margen de rentabilidad. Porque tenemos que entender, de una buena vez por todas, que la rentabilidad se da por volumen y no por bajar producción y aumentar precios para apropiarse de la rentabilidad", señaló. 

Un ejemplo concreto de como será el mecanismo que aplicará Moreno: auditará los costos de la empresa, sugerirá cuáles eliminar o reducir para conseguir que los precios no continúen subiendo. 

Dado este esquema, no escaparán al ojo oficial ningún sector. Ya se comenzó con los bancos amenazando con afectarles seriamente el negocio de las tarjetas de crédito con la implementación de la Super Card. 

Para que las instituciones financieras se acerquen esta semana con una propuesta aceptable "menos de 1% de comisión sería lo ideal", comentan en los pasillos de la Secretaría de Comercio, el viernes Moreno volvió a insistir con que se avanza en la implementación de la Super Card. Sin embargo, en el Banco Nación siguen sin haber recibido alguna indicación. 

• Blue sin sobresaltos   

El dólar blue seguirá bajo el control de Moreno y, en Gobierno estiman que esta semana no subirá su cotización. El feriado de Semana Santa hará que el mercado se frene en gran parte por la "sugerencia" del polémico funcionario de "bajarle su precio". Aunque después del 8 de abril el valor del blue podría volver a subir, sostienen en la plaza. 

En el Gobierno están preocupados porque son concientes que resta aún liquidar parte de la cosecha de soja. "Es que los productores no quieren vender", confiesan los exportadores. 

El problema es que los hombres de campo reciben el resultado de su cosecha a un dólar $ 3.45 (producto de las retenciones. "Lo que hacen es: liquidan para pagar deudas y comprar insumos y el resto se lo quedan como reserva de valor", confiesan los exportadores. 

El gobierno recibió la semana pasada una mala noticia: el resultado de la cosecha de soja fue de unos 48 millones de toneladas lo que representa una merma al Tesoro en orden de los 6.000 millones dólares. 

El otro problema con el cual se enfrenta el gobierno es que el mercado de soja está muy atomizado. Existen alrededor de unos 144.000 productores de soja de los cuales el más grande del sector, produce solo el 0,6% del total. Esta situación complica la posibilidad de controlar que el sector agropecuario venda la soja. 

Ante este escenario comenzó a circular nuevamente la versión de que se estaría estudiando establecer una especie de Junta Nacional de Granos. También se comenzó a analizar un decreto del año 1973 que habilitaba al Gobierno a expropiar la cosecha, en esa oportunidad la de trigo, medida que nunca llegó a implementarse. 

• En el sube y baja 

Respecto a la cotización del blue, en el mercado piensan que la divisa va continuar su tendencia alcista "habrá días que la divisa podrá bajar un poco gracias a la venta a pérdida de algunos amigos. Pero cada vez el piso del dólar blue sube un peldaño más", explica un especialista. 

"Con una emisión al 40% anual todo ese circulante a algún lado va. El gobierno cerró una canilla al pesificar el mercado inmobiliario y casi no dejó alternativas para que la gente resguarde el valor de sus ahorros", se puede leer en cualquier informe económico. 

Además, es sabido que cuando hay inflación la gente tiende a desprenderse de los pesos. Si bien es cierto que parte fue al consumo, la situación ahora es diferente. "La suba del dólar marginal intranquiliza a la gente generando una actitud conservadora en sus gastos", explica un conocido economista "sumado a esto el temor a perder el empleo, escenario que no se tenía hace un año". 

Quienes conocen el pensamiento de la Presidente sostienen que es probable que se incrementen los controles y las limitaciones para el acceso de divisas ya que se piensa "que hay muchos interesados en que el modelo fracase".