10 de diciembre 2023 - 17:49

Desplante a la "casta" y estética yanqui: Javier Milei prometió "el último mal trago" en sus primeras palabras como Presidente

El mandatario asumió formalmente el cargo y eligió hablar al pie de las escaleras principales del Congreso nacional, de espaldas a "la casta".

Javier Milei dio su discurso como nuevo Presidente en la explanada del Congreso.

Javier Milei dio su discurso como nuevo Presidente en la explanada del Congreso.

TÉLAM

Finalmente el domingo 10 de diciembre de 2023, día en el cual Argentina cumplió 40 años del retorno a la democracia, asumió la presidencia en una ceremonia atípica el economista liberal Javier Milei. Paradójicamente, pese a las reiteradas críticas del nuevo mandatario a su antecesor Raúl Alfonsín, en esta oportunidad -aunque por motivos netamente diferentes- también se brindó un mensaje de cara a la población rompiendo con el protocolo.

Hace 40 años, el escenario elegido por Alfonsín fue el Cabildo. Allí dejó inaugurada una nueva etapa histórica a nivel nacional y la mayoría de los ciudadanos grabó en su memoria esa imagen por sobre la de su discurso en el recinto. Pero esta vez, el actual presidente eligió dar la espalda en sentido literal a "la casta" y por eso brindó sus primeras palabras como presidente en las escalinatas de la explanada del Congreso.

El gesto, inusual para la historia parlamentaria, ofendió a varios legisladores, que lo calificaron a este medio como "un desplante". La locución oficial de hecho, los invitó a retirarse de la cámara baja una vez finalizado el acto de entrega de atributos. Ese era el objetivo de Javier Milei: dirigirse hacia los simpatizantes que se congregaron en la Plaza del Congreso. Fue ante ellos, quienes en el apogeo de su discurso llegaron a colmar la mitad de la Plaza pero no alcanzaron "el millón de leones" que se pretendía en la convocatoria, que Milei prometió "el último mal trago", basado en un combo de "shock", "ajuste" y "estanflación".

“Hola a todos”, dijo con la voz ronca, evocando la canción Panic Show de La Renga, al comenzar desatando la euforia de su militancia.

Luego, dio paso a enunciar su plan económico desde un escenario improvisado con lugar preferencial para los mandatarios internacionales, en una imagen política que se asemejó a la estética norteamericana y que el nuevo gobierno intentó asimilar también en sus nuevos comunicados. Fue en ese lugar donde aseguró que "no hay alternativa posible al ajuste y al shock".

Desde allí, Milei también hizo alusión al "nuevo contrato social" que eligió la mayoría del electorado, basado a su entender en "el respecto irrestricto al proyecto de vida del prójimo".

En todo momento acompañado por su hermana Karina Milei, el jefe de Estado enfatizó: “Ningún gobierno ha recibido una herencia peor que la que estamos recibiendo nosotros”.

En un discurso de 45 minutos que se emitió por cadena nacional, Milei reconoció además que "en el corto plazo la situación empeorará" aunque prometió un futuro -sin precisiones sobre el cuándo- en el que se verán "los frutos de nuestro esfuerzo".

En uno de los pasajes más aplaudidos de su alocución, aseguró que los beneficiarios de planes sociales que corten la calle no "cobrarán". "Quien corta la calle no recibirá la asistencia del Estado: el que corta no cobra", lanzó Milei y agregó: "Es un país que contiene a los que lo necesitan, pero que no se deja extorsionar".

Además de los aplausos del público, hubo también varios dos pedidos concretos que llegaron desde las 25 mil personas que, según fuentes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, habitaron la Plaza del Congreso. Uno de ellos fue "Motosierra" y el otro, "Policía".

Esta vez Milei sí pudo tener las hojas de su discurso en la mano, y desde ahí leyó que el modelo actual "ha fracasado en nuestro país" y dijo que "estas elecciones han marcado el punto de quiebre de nuestra historia".

Miles de personas legitimaron su discurso en las afueras del Congreso mientras blandían banderas argentinas que cotizaban a tres mil pesos o dos por cinco mil. Otras tantas usaban remeras con la leyenda "No hay plata", que costaban cuatro mil.

Por estas horas, el nuevo desafío para el Presidente será compatibilizar esa legitimación popular con las medidas económicas por tomar, y confiar en que la primera no se desgaste antes de implementar su plan económico. O deberá escribir un nuevo discurso.

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