Desvinculan en Escobar a Patti del secuestro Gerez
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Luis Gerez encabezó ayer,
junto al actor y dirigente
Fernández de Rosa y su
esposa Mirta Praino, una
conferencia de prensa
donde agradeció a Néstor
Kirchner por su aparición.
No hubo ninguna mención
a Patti.
Alberto Fernández, frente a los micrófonos, también se cuidó de no vincular a Patti con el secuestro. El jefe de Gabinete reconoció que todavía no se cuenta con «datos firmes» sobre la identidad de los captores de Gerez. Casi replicando el discurso que Néstor Kirchner brindó en cadena nacional el viernes pasado, Fernández se limitó a declarar: «No conocemos y hay que identificarlos, buscarlos y someterlos a la Justicia a estos grupos parapoliciales o paramilitares».
Gerez había sido uno de los principales testigos contra Patti, en el proceso que el kirchnerismo le inició en la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento de la Cámara baja para impugnar su diploma de diputado por supuesta «inhabilidad moral». El domingo, el albañil y militante kirchneristade 51 años declaró por más de seis horas en la Fiscalía de Escobar, cuando todavía continúan los procedimientos dictados por el Ministerio de Seguridad bonaerense, a cargo de León Arslanian.
Gerez retomó así su testimonio ante la fiscal de la causa, Andrea Palacios, que había sido interrumpido el sábado por recomendación médica, y estuvo acompañado por su esposa, Mirta Praino, el vicejefe de Gabinete bonaerense, Emilio Pérsico y el actor y dirigente político Alberto Fernández de Rosa.
Alberto Fernández también rechazó declaraciones de Patti, quien dijo que el secuestro de Gerez podría tratarse de una «maniobra política». «Nadie puede pensar que esto es una maniobra política del gobierno. Al gobierno no le sirve lo que le pasó a Gerez», sostuvo el funcionario.
Allegados al militante kirchnerista ratificaron que Gerez fue sometido a torturas, simulacros de fusilamiento y que puede reconocer tres voces de sus secuestradores. Casi la misma situación que atravesó cuando dijo haber sido picaneado por Patti en 1972, a quien no pudo ver pero lo habría reconocido por su voz.
Cantero explicó ayer a este diario que Gerez no comió ni bebió agua durante su cautiverio por temor a ser envenenado. Y lo más importante. El concejal de «Pensar Escobar», y amigo íntimo de la víctima con quien ayer compartió cuatro horas de mate y charla, dijo que Gerez le confesó que en algunos momentos de su encierro no estuvo encapuchado y que pudo ver el lugar dónde lo tenían.
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