22 de octubre 2001 - 00:00

EE.UU. busca sacar en un mes a talibanes de Kabul

EE.UU. busca sacar en un mes a talibanes de Kabul
Islamabad y Shanghai (ANSA, AFP) - Estados Unidos intensificó ayer su ofensiva sobre Afganistán, en la que por primera vez fueron utilizados helicópteros, al tiempo que el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, estimó que se podría desalojar a los talibanes de Kabul a mediados de noviembre y que pretende terminar la campaña militar estadounidense antes de la llegada del invierno boreal, el 21 de diciembre.

Powell tampoco descartó que se lleven a cabo operaciones durante la celebración islámica del Ramadán.

«Sería mejor para nuestros intereses y los de la coalición ver este asunto resuelto antes de que llegue el invierno y ello hace nuestras operaciones mucho más difíciles», dijo Powell en declaraciones a la cadena Fox de Shanghai, donde participó en la cumbre de la APEC. El funcionario pronosticó que para mediados de noviembre (cuando comience el mes islámico de ayuno del Ramadán) habrá sido derribado el régimen talibán, por lo menos de la capital Kabul.

Ante la urgencia de acelerar las acciones militares contra los talibanes, Powell también resaltó que la ofensiva de la Alianza del Norte deberá «volverse rápido más agresiva». Dirigentes de la opositora Alianza del Norte admitieron que cuentan con el asesoramiento de consejeros militares norteamericanos, que se sumaron a sus fuerzas en los últimos días.

El involucramiento directo con este grupo opositor a los actuales gobernantes afganos, que hasta ahora había sido mirado con desdén por Washington, indica el creciente apuro de Estados Unidos por expulsar a los talibanes de Kabul para instalar un gobierno transitorio, antes de las celebraciones religiosas del Ramadán en los países musulmanes.

En tanto, la versión dada a conocer por el diario «Sunday Telegraph» en su última edición, también refuerza la hipótesis de que Estados Unidos pretende acelerar el derrocamiento del régimen talibán. Según el periódico, Washington pidió al gobierno del primer ministro británico,
Tony Blair, el envío a Afganistán de todos los hombres de las SAS para ayudar a los soldados norteamericanos a «sacar de su madriguera» a Osama bin Laden. Al parecer, cuatro días antes de la ofensiva terrestre del sábado, a cargo de las fuerzas Ranger estadounidenses, unos 12 soldados de las SAS ingresaron al sur de Kandahar para efectuar tareas de reconocimiento y preparar el terreno para las tropas norteamericanas.

Generando una vez más suspicacias, el general de la fuerza aérea
Richard Myers, jefe del Estado Mayor Conjunto, dijo en una entrevista que se ha «comenzado a preparar blancos en Iraq». «Esta es una guerra mundial contra el terrorismo y las armas de exterminio masivo. Afganistán es sólo una pieza pequeña. Y por supuesto que pensamos muy ampliamente», respondió.

En tanto, se confirmó que el hijo de 10 años del líder máximo de los talibanes, el mullah
Mohamed Omar, murió en presencia de su padre, en la primera noche de los bombardeos a Afganistán. Lo confirmó a la BBC un hombre que afirma ser el médico que atendió al pequeño. Sin embargo, según afirmó el ministro de Seguridad talibán, Ghari Ahmadollah, Omar está dispuesto a una mediación con Estados Unidos que sea conducida por un país vecino a Afganistán o por la Organización de la Conferencia Islámica (OCI).

En Afganistán, el gobierno talibán decidió, en una reunión de urgencia en Kabul, distribuir armas y municiones en las ciudades y regiones. Lanzacohetes, metralletas pesadas y baterías antieaéreas serán distribuidas «para combatir las operaciones de los comandos», anunció la agencia «Afghan Islamic Press», citando fuentes oficiales de talibanes.

En el frente, la oposición armada antitalibán recibió el apoyo de militares norteamericanos, en tres lugares: en el valle del Panshir (al norte de Kabul), en Dar-e-Suf, al sur de Mazar-e-Sharif (norte), y cerca de Joya Boheddin (provincia de Tajar, norte).

Durante la jornada, Estados Unidos bombardeó las posiciones de talibanes en el frente que protege la capital afgana, y cerca de la ciudad estratégica de Mazar-e-Sharif, en donde cinco combatientes talibanes fueron colgados de una grúa acusados de colaborar con EE.UU. El balance de los bombardeos de los tres últimos días en Herat fue de 50 a 60 muertos, y 150 heridos, afirmó el director de «Bajtar», la agencia de prensa oficial de los talibanes,
Abdul Hanan Hemat. Estados Unidos rechazó tajantemente esa información.

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