Más allá de que en los papeles Alberto Fernández sigue siendo el presidente del Partido Justicialista, en la práctica ya estaba corrido de la conducción partidaria. El final de su gestión había bastado, antes del escándalo judicial, para que las distintas tribus justicialistas lo empujaran a una licencia y desde esa vacancia discutir la futura conducción.
El escándalo Alberto pone presión al PJ: recuento de daños y repercusiones en La Rioja
La causa terminará de correr al expresidente del Partido Justicialista. Jura constitucional de Quintela reúne a dirigencia, con tema ineludible. Massa llegó a suspender encuentro renovador. Milei vuelve a salir fortalecido por errores no forzados ajenos.
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Ahora, tras conocerse los chats y las imágenes de la exprimera dama Fabiola Yáñez golpeada -en el marco de la causa que investiga al expresidente por violencia de género-, el peronismo hace recuento de daños y acelera las estrategias para el desplazamiento definitivo de Alberto Fernández. En ese marco, este viernes en La Rioja, con la jura de la constitución provincial como excusa, el gobernador riojano Ricardo Quintela convocó a un encuentro amplio de la dirigencia, a la que también asistirá el mandatario bonaerense Axel Kicillof, intendentes de la Federación Argentina de Municipios (FAM) y legisladores nacionales.
Un espacio para bocetar el PJ nacional. En mayo, el Consejo Nacional había aprobado por unanimidad la fecha para las elecciones, que serán el 17 de noviembre. Un acto reflejo a la decisión previa de Máximo Kirchner de establecer esa misma fecha para los comicios del PJ de la provincia de Buenos Aires. Por eso, la cumbre riojana pensada para proyectar liderazgos, ahora está teñida por los papelones que salen a la luz que encarnó el titular del partido en uso de licencia. Es decir, Alberto Fernández.
Como ocurrió semanas atrás con las elecciones de Venezuela, las torpezas del expresidente, que termina de tirar por la borda el escaso capital político que le quedaba –banderas como las políticas de género, entre otras-, el peronismo queda en un lugar incómodo, observando el alcance de la onda expansiva. “No salpica a todos, hasta a los que terminamos mal con él”, mencionó un exministro de su gestión. La contraparte, claro está, es que el caso robustece la imagen del presidente Javier Milei, quien tiene evidencias en la mano para cuestionar sus denuncias previas sobre la hipocresía por la vehemencia con que Fernández defendía las políticas de género. Y, como todo al fin de cuentas es comparativa, refuerza la idea de que de mínima sigue siendo el menos malo.
Hay expectativas por el acto de La Rioja. Acaso con mejor timing, Sergio Massa llegó a postergar el encuentro del relanzamiento del Frente Renovador, que estaba pautado para el sábado en Sierra de la Ventana. “Que hablen quienes tengas que hablar”, confiaban en el entorno del tigrense, al tiempo que también atribuían la cancelación a temas de logística, ya que se había ampliado la convocatoria. Son tantas las minas que estallan en el campo que Massa vuelve a decidir tomarse un tiempo para reaparecer, como lo hizo con la presentación de su libro, pensado para mayo en el marco de la Feria del Libro, pero sin fecha cierta todavía.
Expectativas
Por lo pronto, la dirigencia del PJ esquiva el tema. Muchos se congregaron hoy en el Aeroparque Jorge Newbery, a la espera del vuelo (demorados) que los llevaran a La Rioja. En general, todos esquivaron el tema y, más aún, el contacto con la prensa. Silencio también en el kirchnerismo, pese a que, si bien fue Cristina quien lo catapultó a la Presidencia, también rompió pronto el vínculo, y terminó en un enfrentamiento a cielo abierto con Alberto Fernández. No obstante, más allá de algunas pistas que había dado la expresidenta sobre una bomba a punto de explotar, con la cuenta regresiva en marcha, por el momento no hay declaraciones del Instituto Patria.
El único que hizo referencia fue Kicillof. “Por supuesto que todos estamos muy shockeados por esta situación. Esperando que se resuelva rápidamente, que actúe rápidamente la Justicia y lo resuelva. Es gravísima la denuncia”, dijo el gobernador.
Puertas adentro hay quienes creen que con la lejanía de las elecciones 2025, las salpicaduras que caerán al peronismo se irán diluyendo, aunque no descartan que haya nuevas evidencias cerca de esas fechas. Otros, en tanto, suponen que el daño es irreversible y que el impacto en una caída de adhesiones será inevitable.
También hay quienes proponen una autocrítica más profunda que la que se hizo hasta ahora. Reacomodamientos que podrían reordenar el mapa del peronismo, con consecuencias en las alianzas internas. Los gobernadores piden más lugar. Quintela y el pampeanos Sergio Ziliotto quieren protagonizar en un polo de decisiones que tenga en cuenta el territorio más allá de Buenos Aires, desde donde se tomó la decisión de enaltecer a Alberto Fernández. Kicillof, a dos bandas: reconoce la jefatura de Cristina pero no la de La Cámpora, al tiempo que se alinea en el eje de los gobernadores. Distinciones borrosas. Mientras que la agrupación de Máximo Kirchner sacará a relucir que se enfrentó rápido al expresidente, y que su fuerza territorial está lejos de comprimirse, con una docena de intendentes en Buenos Aires, también está en la mira del peronismo tradicional.
En lo inmediato, la causa judicial que lleva adelante el juez Julián Ercolini, permitirá terminar de remover a Fernández de la presidencia del PJ. Será, desde allí, una oportunidad para barajar y dar de nuevo.
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