18 de enero 2021 - 00:00

El "Rompecabezas Nisman": ¿La Justicia se asoma al submundo del espionaje privado?

Medidas que solicitó el juez Marcelo Martínez de Giorgi en la causa que investiga cuenta en el exterior del fiscal AMIA pueden avanzar en lazos que existen entre agencias que se disputaban territorio con la ex SIDE. Entrecruzamientos y conexiones entre causas: "Escuchas ilegales" y "Stefanini, el financista.

Alberto Nisman, Marcelo Martínez de Giorgi, Damián Stefanini y Juan Navarro.

Alberto Nisman, Marcelo Martínez de Giorgi, Damián Stefanini y Juan Navarro.

Cuando se cumpla hoy el sexto aniversario de la aparición sin vida del fiscal especial AMIA Alberto Nisman son nulos los avances judiciales en la causa formal que investiga su muerte, a la que se le aplicaron fórceps para sostener la hipótesis de un asesinato que no consigue hacer pie en el expediente algo más que indicios colaterales. Pero, sin embargo, frente a este escenario estático, contrasta el movimiento que exhibió otra investigación –de gran relevancia- respecto a los movimientos patrimoniales nunca profundizados que dejó tras de sí su muerte. Particularmente, parte de las medidas que el juez Marcelo Martínez de Giorgi solicitó en noviembre pasado y que parecen un tímido acercamiento al mundo subterráneo del espionaje que rodeaba a Nisman de manera cotidiana. Y que también se relaciona con la causa de “escuchas ilegales” que involucró al expresidente Mauricio Macri y a la desaparición de un financista que, se sospecha, era parte del esquema de circulación de fondos reservados de la ex SIDE.

Entre toda la batería de medidas que solicitó Martínez de Giorgi para avanzar (de una vez) en desentrañar por qué el fiscal había abierto una cuenta en el banco Merrill Lynch con su madre y su hermana, Diego Lagomarsino y de la que figuraba como apoderado, había dos que llamaron la atención. Tal como informó Ámbito, los puntos X y XI resultan llamativos.

El nexo Ecke

En el primero, el magistrado solicitó saber “los motivos por los cuales el Dr. Alberto Natalio Nisman participaba” en la causa de escuchas ilegales encabezadas por el espía Ciro Gerardo James “cuando el representante del Ministerio Público Fiscal en dicha causa era el titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°1”. Y señala que hay constancias en la presente causa que deben ser corroboradas. Tras doce años de investigación en la causa escuchas parece ilógico preguntarse por qué el principal impulsor del expediente fue Nisman, algo que fue siempre explícito. A menos que exista la sospecha de que su irrupción en el expediente pudo haber tenido otras aristas. Eso no queda claro.

Para la historia oficial, Nisman siempre sostuvo que el verdadero objetivo del excomisario Jorge “Fino” Palacios era “pinchar” el teléfono con el que Sergio Burstein –querellante como familiar de las víctimas del atentado a la AMIA- se comunicaba con el fiscal para saber novedades. Era contemporáneo al procesamiento con el que Nisman avanzaría contra Palacios en el marco de la causa de encubrimiento del atentado. Precisamente cuando estaba a punto de ser nombrado por Macri como jefe de la flamante Policía Metropolitana. Palacios terminó absuelto en el juicio de encubrimiento y fue la Sala III de Casación la consideró que “todo el proceso resultó viciado porque el juez federal (Norberto Oyarbide) investigó de oficio un delito de acción privada, que sólo podía recibir impulso del afectado”. Así, la causa “escuchas” quedó pulverizada al perder como prueba válida precisamente las escuchas. Casi un año después, fallecería Palacios sin que se pudiera desentrañar hasta qué grado llegaba su rivalidad con Antonio Horacio Stiuso al momento en que estalla la causa “escuchas”. El fiscal que actuaba en el caso era Jorge Di Lello, pero Nisman fue el que avanzó sobre la mayor parte de las acusaciones. Casi todos los escuchados tenían un motivo de índole privado para ser espiados por razones de negocios, políticas o personales. ¿Sospecha el juez ahora que la irrupción en 2009/2010 de Nisman tenía otras motivaciones? ¿Qué tiene que ver con el dinero que el fiscal escondía en el exterior? El nombre de Eugenio “Pipo” Ecke cobra relevancia. También estuvo en ese expediente, solo que nunca fue protagonista.

El misterio del financista

El otro punto llamativo que ofrece el pedido de pruebas es el último. Allí dice textual: “Atento los extremos que surgen de fs.1317, requiérase al Registro Nacional de Reincidencia, que informe nominativamente los antecedentes que tuviera registrado de Damián Carlos Stefanini (DNI 20.627.886, argentino, nacido el 29/7/69). Asimismo, líbrense oficios electrónicos a las Excmas. Cámaras Federales de San Martín y San Isidro a fin que informen si registran causas en las que haya resultado imputado el nombrado”. La respuesta es obvia.

La causa por la desaparición de Stefanini fue instruida por Sandra Arroyo Salgado, exesposa de Nisman pero también la que denunció que podría existir dinero no declarado en la cuenta bancaria en los Estados Unidos. El financista aparecía depositando u$s150.000 en esa cuenta el 23 de octubre de 2012. Pocos meses antes de que Nisman muriera, Stefanini desapareció. Salió rumbo a lo de su contador. Nunca llegó y su auto quedó estacionado en Florida. Empezó a ser investigado por la justicia local. Al denunciar amenazas e intento de extorsión a su familia, el caso pasó al fuero federal. Arroyo Salgado la recibió y la delegó en el fiscal Federico Domínguez, quien luego la recusaría cuando apareció el pago de Stefanini a su ex marido. La fiscal Viviana Fein fue la última que intentó ver esa causa de Stefanini cuando todavía la causa que rodeó los motivos de la muerte de Nisman estaban en el fuero ordinario. AL fiscal Eduardo Taiano y al juez Julián Ercolini esa hipótesis no les pareció relevante. En cada aniversario insisten con relanzar como novedad el farragoso entrecruzamiento de llamados y activación de antenas telefónicas por parte de teléfonos registrados a nombre de la exSIDE. Martínez de Giorgi ahora parece interesarse en mirar el caso Stefanini y hacer su propio entrecruzamiento, lo que podría arrojar sorpresas.

El caso que investiga la cuenta secreta de Nisman en el exterior y las propiedades y patrimonio del fiscal tiene involucrado al empresario Claudio Picón. De su empresa “Palermopack” era el Audi Q3 que Nisman utilizaba como auto personal. Los vehículos permanecen inmovilizados desde hace casi seis años. Pero al intervenir todas las empresas relacionadas a Picón, vuelve a aparecer el nombre de quien fuera su socio, Ecke. Era el jefe de seguridad del grupo Exxel. Jorge Navarro y el teléfono de su primo el abogado Francisco Castex habían sido intervenidos en el circuito encabezado por James y la falsa inserción de sus datos en causas penales en Misiones para recoger las grabaciones desde la ex SIDE. Por todo esto, Ecke y su jefe Juan Navarro habían sido denunciados por sus parientes. La Cámara Federal ratificó sus sobreseimientos. Sostuvieron los camaristas que se habían agotado las vías de investigación y que no se halló vinculación entre Juan Navarro y Ecke con el resto de la organización que realizó las escuchas. Ahora Martínez de Giorgi desempolva esa pista pero con Nisman como eje.

Los lazos que Martínez de Giorgi parece querer establecer podrían asomar la causa al submundo del espionaje privatizado. Es decir, de las empresas que se dedican a la inteligencia y sus constantes rencillas. Además, da un paso hacia adelante con algunos indicios que podrían indagar en el circuito negro de los fondos reservados.

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