3 de septiembre 2020 - 00:00

Estrategia de "halcones" PRO pone a Massa en centro la pelea

Cambiemos ahora busca dejar huérfana al ala más moderada del electorado que el Frente Renovador tracciona hacia el kirchnerismo

massa diputados.jpeg
Cámara de Diputados

El jefe del Frente Renovador se convirtió en el blanco del eje Mauricio Macri-Patricia Bullrich. Convertir a Sergio Massa en un dirigente radicalizado que “atenta” contra las instituciones es el nuevo objetivo en clave electoral de Cambiemos para profundizar su estrategia de polarización de cara a las legislativas 2021. La ofensiva escenificada anoche en la Cámara de Diputados redirecciona la táctica del principal espacio opositor: ya no sólo Cristina de Kirchner es el “cuco” que conduciría al país al destino de Venezuela sino también Massa quien hasta ahora emergía como el faro de moderación y centro dentro de la cabeza de medusa peronista que integra junto a Alberto Fernández y su compañera de fórmula.

Massa sostuvo anoche el diálogo con todos los bloques opositores durante más de ocho horas de labor parlamentaria y casi cuatro horas de sesión. El jefe de la bancada oficialista, Máximo Kirchner, colaboró en tender esos puentes. Con Cristian Ritondo y Mario Negri como interlocutores, la búsqueda de un acuerdo para sesionar fue dinamitada por el ala dura del PRO que lideran Macri, Bullrich y Fernando Iglesias en el recinto. El exintendente de Tigre llegó a elevarle a Juntos por el Cambio cinco propuestas diferentes para acordar un nuevo protocolo de sesiones remotas. Y hasta montó un dispositivo especial para que puedan ocupar sus bancas de manera presencial. La respuesta final de la oposición fue siempre negativa. El objetivo era hacer caer la sesión donde finalmente el oficialismo y el resto de las bancadas aprobaron proyectos para asistir al sector hotelero-gastronómico y para combatir la pesca ilegal.

La incorporación de Massa como socio electoral de Alberto y Cristina en 2019 fue la clave para definir la elección. El Frente Renovador era hasta ese comicio el tercero en discordia en un escenario político hiperpolarizado. El peso del massismo en la provincia de Buenos Aires, más allá de su estructura a nivel nacional, fue determinante para sumarle un “plus” a la fórmula Alberto-Cristina en la primera sección electoral además de un barniz de institucionalidad y centro que el kirchnerismo no tenía hasta ese momento al menos en el plano discursivo. Tanto que en la previa de la elección 2019, María Eugenia Vidal negoció hasta último momento la posibilidad de llegar a un acuerdo político con el Frente Renovador para lograr la reelección en la provincia de Buenos Aires.

Massa tiene la llave para ordena o descomponer el tablero de alianzas en la política criolla. Por eso el macrismo sale a limar su rol componedor y de centro dentro de la alianza gobernante. El jefe de la Cámara Baja funciona como un contrapeso casi invisible dentro del Frente de Todos. Moderó la avanzada estatista contra Vicentin al abrir un canal de diálogo con las cámaras agroexportadoras. Y cocina a fuego lento la reforma judicial para evitar tensar el clima político pospandemia. En materia de seguridad tiene el discurso más parecido a Cambiemos: reclama acciones concretas para luchar contra el delito más allá del marco teórico garantista que debe guiar cualquier acción de política criminal. Esta semana reclamó desalojar las tomas de tierras y quitarle la asistencia social del Estado a quienes incurran en ese delito.

Por eso el ala dura de Juntos por Cambio escenificó anoche en Diputados una “batalla” por la institucionalidad que tuvo a Massa como el villano de turno. Hubo manifestantes bloqueando las puertas de acceso al Congreso y consignas contra la política. El “cuco” ya no es sólo Cristina sino también Massa. La campaña electoral para la PASO 2021 ya asoma y la oposición tiene como objetivo barrer con cualquier sector moderado que acompañe al gobierno nacional. Massa es el nuevo objetivo de esta estrategia que recién comienza.

Dejá tu comentario

Te puede interesar