21 de enero 2014 - 21:07

Guiño a la CGT oficialista de Caló a favor de la "unidad" sindical

Hugo Moyano y Luis Barrionuevo
Hugo Moyano y Luis Barrionuevo
Efusivas, diversas y en algunos casos encontradas, fueron las repercusiones sindicales al cónclave opositor de Hugo Moyano y Luis Barrionuevo en el hotel de los gastronómicos en Mar del Plata, que finalmente no contó con destacadas figuras políticas.

Moyanistas, kirchneristas, izquierdistas. Todos dieron rienda suelta al análisis sobre los motivos de la reunión de las CGT opositoras -Azopardo y Azul y Blanca-, que en principio, anunciaron que convocarán en los próximos días a la CGT oficialista de Antonio Caló para discutir definitivamente la "unidad del movimiento obrero".

Pereyra reveló la citaciones llegarán en breve. "Vamos a continuar con esto dentro de un mes. Vamos a reunirnos ya en la CGT. Vamos a invitar al resto de las organizaciones que no estuvieron presentes. Nadie puede negarse a este debate".

"Hubo críticas y autocríticas, pero lo más importante es que hemos emprendido el camino de la unidad", sentenció el sindicalista opositor más cercano al Gobierno en estos tiempos.

En declaraciones a la radio Once Diez, el senador neuquino aclaró que "no se habló en ningún momento de paros", como se había especulado, sino que se planteó "la necesidad de los trabajadores de estar unidos y conservar la paz social". "Tenemos que ser responsables y no salir a romper todo", enfatizó Pereyra, quien prometió en la Casa Rosada desparramar ese dogma en todos los rincones sindicales.

Las únicas presencias caloístas en el asado del camionero y el "funebrero" fueron las de Roberto Fernández, de la UTA, y la de Oscar Maturano, de La Fraternidad.

Conciliador se mostró el jefe del gremio de los encargados de edificios, Víctor Santa María ante la posibilidad de reunir en febrero a Moyano, Caló y Barrionuevo en la misma mesa. El dirigente ultrakirchnerista sorprendió a no defenestrar el asado opositor en el Sasso de Punta Mogotes. "Toda reunión de dirigentes sindicales en pos de la unidad de los trabajadores me parece positiva, después hay temas puntuales que uno no está de acuerdo. Nosotros tenemos una visión de la Argentina diferente, que desde el año 2003 el país ha crecido enormemente", explicó Santa María en diálogo con Radio 10.

El titular del Suterh recordó que muchos de los dirigentes reunidos ayer en Mar del Plata "fueron también parte de ese proyecto" que inició Néstor Kirchner y "que después, por algún motivo, se han apartado".

Jorge Lobais, líder textil de CGT de Caló, confirmó a radio El Mundo que hay conversaciones en marcha. "Nosotros siempre impulsamos la unidad del movimiento obrero y no somos quien rompimos la CGT. Debemos juntarnos y ver qué proyecto de país se quiere. Es cosa de juntarse y comenzar a conversarlos. Nosotros siempre estamos dispuestos. Hasta hace dos semanas, no hubo conversaciones", sostuvo Lobais.

En la vereda de enfrente se ubicaron el metrodelagado Roberto Pianelli y el titular de la CTA oficialista, Hugo Yasky. Sin dudas para el líder del gremio de trabajadores del subte y el premetro fue un encuentro opositor. "No estaban preocupados por si no estaban los gremios, sino si iban o no los candidatos", afirmó a radio Del Plata y se quejó del ácido documento firmado frente al mar. "No se tocaron los temas que más preocupan a los trabajadores, como la precarización y el trabajo en negro, que es lo que está pendiente en esta década donde el empleo se fue recuperando", evaluó Pianelli, que también integra la CTA de Yasky.

Para "Beto", la conformación de frentes opositores "espantan a la gente" porque "cuando se juntan es una escena de una película de Stephen King".

En la misma línea se expresó Yasky. En declaraciones a Télam, el docente de CTERA opinó que las resoluciones adoptadas en el encuentro marplatense buscan "generar la ilusión óptica de que ahí hay dirigentes sindicales preocupados verdaderamente por la situación de los trabajadores que representan".

Sin embargo, el líder de la CTA consideró que "está claro" que "el discurso con ataques al gobierno" exhibido ayer en ese encuentro "representa más el pensamiento de los sectores de la derecha y de los grupos poderosos de la Argentina que de la clase trabajadora".

"La unidad de la que hablan es la expresión desdibujada de un encuentro en el que solamente hubo representantes de un sector minoritario de la clase trabajadora, con el agravante de que muchos de los que estuvieron fueron parte de la peor entrega que se hizo de los derechos de los trabajadores durante el menemismo", remarcó Yasky.

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