Incidentes vaciaron también el Congreso

Pocos días como ayer pudo verse al Congreso en un total estado de desolación. A pesar de ser miércoles no hubo sesión en ninguna de las cámaras, lo que ya no es una sorpresa. Pero a eso debe sumarse que los legisladores huyeron masivamente a sus provincias. El tablero indicador de presencias en el Senado reflejaba ayer claramente el panorama: sólo concurrieron el chaqueño Jorge Capitanich, Vilma Ibarra y la jujeña Liliana Fellner. El resto de los 72 senadores o se había ido temprano o brilló todo el día por su ausencia. Un récord nada envidiable para un día de sesión.

En Diputados sucedía algo similar. Los pocos que permanecieron en sus despachos estaban todavía ayer en shock por la violencia desatada en el traslado de los restos de Juan Domingo Perón a San Vicente, no se aceptaban los errores cometidos por la organización en materia de seguridad, de los que algunos legisladores fueron víctimas. Por ejemplo, Alfredo Atanasof se retiró antes de que comenzara el acto cuando se percató del tono que había tomado la convocatoria. Al santafesino Oscar Lamberto lo detuvo la Policía en el camino a la quinta 17 de Octubre alertándolo de lo que estaba sucediendo con la recomendación de volver a Buenos Aires.

La inmovilidad que muestra el Congreso por estos días no es producto, de todas formas, de ser ésta una semana políticamente complicada. La realidad es que mientras se acumulan en las comisiones proyectos presentados por los diputados y senadores que seguramente no llegarán a los recintos -en muchos casos por pedido expreso del Poder Ejecutivo-, existen otros sobre temas candentes que aún no consiguen definición -como la situación de los deudores hipotecarios morosos- o iniciativas claves que sí interesan al gobierno pero se acumulan a la espera de ser votadas.

Afuera de este esquema están tres leyes que necesariamente deberán votarse: el proyecto de Presupuesto Nacional 2007, la renovación de la Ley de Emergencia Pública (que el gobierno aún no pidió, pero seguramente lo hará) y la renovación del impuesto al cheque.

Delitos informáticos

Esta semana los diputados deberían haber retomado la discusión en particular del proyecto que penaliza los delitos informáticos contra la privacidad o la integridad sexual. Es la ley que amplía a los emails la protección legal sobre inviolabilidad que ya tiene la correspondencia por carta.

El gobierno quiere apurar también la votación en esa cámara del proyecto para el saneamiento de la cuenca Matanza-Riachuelo que ya sancionó el Senado bajo la tutela de Cristina Kirchner.

Esos temas son para lo inmediato, pero además espera turno la ley de vivienda. Ese proyecto que habilita a los inquilinos a presentar sus recibos como antecedente crediticio y amplía los márgenes de financiamiento para préstamos hipotecarios, se frenó en Diputados cuando la oposición consiguió hacer dudar a algunos kirchneristas sobre los beneficios de subsidiar a empresas que construyan inmuebles destinados a renta: «No va a ayudar en nada a bajar el costo de los alquileres», le dijo Jorge Sarghini al resto de los diputados en una reunión de Presupuesto y Hacienda. Algunos de sus contrincantes del bloque oficialista escucharon sus razonamientos.

El Senado también tiene trabajo en espera: debe aprobar el nuevo régimen de catastro nacional, la polémica ley de corresponsabilidad gremial (que unifica los aportes de los trabajadores rurales en un solo pago anual a la ANSeS que los ruralistas realizarían al momento de cotizar la cosecha) y la que regula la comercialización del tabaco. y el consumo La próxima semana, los recintos deberán volver a funcionar. En Diputados se aguarda, mientras tanto, otra novedad: el año que viene resultaría mas fácil controlar desde afuera la actividad de los legisladores. Como ya sucede en el Senado, se implementaría un canal de televisión propio de la Cámara baja que transmitirá por aire, cable e Internet -en la Cámara alta sólo existen las dos últimas opciones- las sesiones y la actividad de las comisiones.