La Corte Suprema de Justicia dictó dos nuevas acordadas destinadas a completar el proceso de digitalización de la Justicia. Se trata quizás de la decisión de superintendencia más trascendente que ha tomado en años.
La Corte lanzó dos acordadas para completar el proceso de digitalización de la Justicia
Se trata quizás de la decisión de superintendencia más trascendente que ha tomado en años.
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El máximo tribunal ya había iniciado hace años este proceso de modernización. Sin embargo, la emergencia por la pandemia del Covid-19 aceleró los tiempos y se va cerrando el círculo digital.
Concretamente, se adoptaron dos medidas:
Primero, se avanza hacia un expediente completamente digital. La gran mayoría de las presentaciones por parte de abogados y litigantes se puede hacer ahora de modo remoto. Además, todos los jueces de la Nación, incluyendo a los Ministros de la propia Corte, pueden usar la firma electrónica y digital. De manera que las tres instancias más importantes de los procesos no penales (demandas, presentación de escritos y sentencias) serán digitales.
En segundo lugar, los tribunales colegiados (cámaras y la propia Corte) pueden adoptar sus decisiones mediante acuerdos no presenciales.
La importancia de estas medidas es relevante en el marco de la emergencia que transita el país por el coronavirus. Todos los jueces del país pueden ahora trabajar íntegramente de modo remoto, aun si están aislados, en el marco de la emergencia sanitaria. Y los abogados y litigantes no tienen que concurrir personalmente a tribunales.
Sin embargo, las medidas, trascienden con mucho la emergencia sanitaria. Implican un avance notorio en la modernización del servicio de justicia en varios sentidos. Aumenta la transparencia. Permite acortar los tiempos para tomar decisiones. Disminuyen el uso de papel, lo que también tiene un impacto ecológico y edilicio. Y facilitan la vida no solo de empleados y funcionarios judiciales sino de abogados y litigantes.
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