La Nunciatura Apostólica (representación diplomática del Vaticano) se pronunció ayer oficialmente en favor de «facilitar todo posible trámite» para «superar la dolorosa situación creada» tras la difusión de una fuerte crítica del obispo castrense, monseñor Antonio Baseotto, contra el ministro de Salud, Ginés González García. «Obviamente la Nunciatura Apostólica queda disponible para facilitar todo posible trámite con el fin de superar la dolorosa situación creada a continuación de la publicación de una carta del Ordinario Militar (Baseotto) dirigida al señor ministro de Salud», indicó ayer la representación a través de un comunicado.
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El comunicado fue dado a conocer luego de que la Santa Sede ratificara el miércoles en su cargo a Baseotto, pese a que el presidente Néstor Kirchner le había reclamado al Vaticano su desplazamiento -la «renuncia»-, por las controvertidas expresiones del prelado dirigidas a González García. Kirchner había sido informado telefónicamente el lunes pasado, desde la Casa Rosada y mientras estaba de visita en Chile, de la decisión adoptada por la Santa Sede respecto del obispo castrense, monseñor Baseotto. De allí el repentino envío de un mensaje presidencial al papa Juan Pablo II, que hacía votos por su pronta mejoría, en un gesto de reconciliación.
Así lo entendieron también los obispos -que no pudieron ocultar la alegría que les produjo el respaldo-, integrantes de la Comisión Permanente del Episcopado, que en la primera sesión de uno de sus periódicos encuentros aprobó el documento en rechazo de la despenalización del aborto y de la aprobación del Protocolo contra la Discriminación de la Mujer cuyo tratamiento en el Senado sería inminente. Toda una serie de gestos de uno lado y del otro -incluyendo reservadas entrevistas-, que tuvieron al nuncio apostólico, Adriano Bernardini, y al arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, como principales espadas.
En el comunicado difundido ayer por la mañana, se confirmó que el nuncio apostólico, monseñor Bernardini, visitó el lunes pasado al ministro de Defensa, José Pampuro, para tratar «la situación» de Baseotto y que en ese encuentro el prelado le hizo conocer la « posición de la Santa Sede» sobre el obispo castrense. «Contrariamente a cuanto ha sido referido por algunos medios de prensa -no es el caso de este diario-, durante el encuentro no ha sido entregado al señor ministro ningún documento escrito», aclaró la Nunciatura.
El Vaticano «no encuentra razones válidas para el desplazamiento de monseñor Baseotto», le dijo en esa oportunidad el nuncio Bernardini a Pampuro, según informaron voceros diplomáticos.
La controversia surgió en febrero pasado, cuando Baseotto utilizó la cita bíblica en la que se habla de que quienes « escandalizan a los pequeños se les debe colgar una piedra de molino al cuello y arrojar al mar», para referirse al ministro González García, a raíz de una propuesta que realizó el funcionario para analizar la despenalización del aborto. A modo de réplica, el pasado 23 de febrero el propio presidente Kirchner solicitó a la Santa Sede la « renuncia» del obispo castrense, por sus inoportunas expresiones contra el ministro de Salud. Pero el Vaticano rechazó el pedido oficial y mantuvo en su puesto al obispo.
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