La alimentaron políticos de toda la gama opositora y hasta piqueteros antes oficialistas, pero la concentración de ayer del campo en Rosario rebasó cualquier expectativa, del gobierno o de la oposición. Más de 250 mil personas venidas de todo el país, espontáneamente y sin aparato, saturaron el predio del Monumento a la Bandera en el acto político más grande de los sectores críticos al gobierno desde 2003. Los accesos a esa ciudad quedaron interrumpidos ya antes de comenzar el acto, que se caracterizó por el orden y la falta de violencia. Hubo sí agresividad verbal en los discursos; se escuchó decir a Eduardo Buzzi que «El gobierno de los Kirchner es un obstáculo para que el desarrollo sea posible». El orador más reclamado, Alfredo de Angeli, amenazó con un nuevo paro.
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