Uno de los testimonios más impactantes en el juicio por la causa Oil Combustibles fue el de Oscar Ramos Rivera, ex Director de Fiscalización de la Subdirección General de Grandes Contribuyentes Nacionales de la AFIP, quien contó al detalle como “se construyó una base fáctica para sostener una querella en algo que no lo era” para direccionar la denuncia contra la petrolera.
Oil Combustibles: el testigo que propuso el macrismo y luego intentó callar
Se trata de Oscar Andrés Ramos Rivera ex Director de Fiscalización de la Subdirección General de Grandes Contribuyentes Nacionales de la AFIP. En el juicio oral reconoció maniobras irregulares para perseguir a Oil. Reveló su sorpresa cuando vio que la petrolera "no tenía deuda exigible".
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Abogado y contador público, Ramos Rivera fue un testigo propuesto por la propia querella, sin embargo, a días de declarar en el debate oral la AFIP intentó bloquear su declaración.
De manera lapidaria, el testigo a reveló que el contenido de reuniones reservadas en el organismo a fines de 2017 y la sorpresa que le causó que se había montado una denuncia penal sin tener en cuenta que los planes de facilidades de pago de la petrolera estaban al día.
En ese sentido, detalló cómo se habían acumulado irregularidades en la investigación inicial del organismo recaudador. Y desnudó con sus dichos las mentiras del funcionario de la AFIP y uno de los principales armadores de la persecución contra Oil Combustibles S.A., Carlos Bo. También, Ramos Rivera comprometió a su exjefe, el director de Grandes Contribuyentes Nacionales, Juan Carlos Santos, al tanto de la mayor parte de las maniobras irregulares.
En otro tramo de su declaración, ante la consulta de los fiscales, Ramos Rivera aseguró que “lo que tengo presente de Oil es que no había grandes incumplimientos”.
“La investigación hizo un paneo de todo el grupo económico de 130 empresas. Los casos para fiscalizar fueron pocos. Era un Grupo que estaba presentando un cumplimiento razonable de sus declaraciones con contadas excepciones de temas que fueron técnicos”, indicó sobre el monitoreo constante que la gestión de Abad ordenó sobre todo Indalo.
En esa línea, evidenció el interés que el propio Abad tenía sobre el caso de Oil Combustibles y contó que se hacían reuniones semanales y que en algunos casos llegaron a ser tres por semana para embestir sobre la petrolera de Cristóbal López y Fabián De Sousa. “Él (por Abad) estaba al tanto de las situaciones que sucedían y yo notaba a un administrador federal atento y tomando decisiones respecto del caso”, sostuvo.
Además, Ramos Rivera dio a conocer un hecho grave: deslizó que a fines de 2018 recibió amenazas por parte de Santos de desplazarlo de su puesto si eludía comparecer en el juicio, a raíz de una dolencia médica que le obligaba a no someterse a situaciones de estrés.
Después de más de 25 años de carrera, Ramos Rivera renunció a la AFIP en marzo de 2020 y se definió a sí mismo como el testigo “más imparcial” que puede haber, al no estar en juego su situación actual dentro del fisco. Su negativa, que puso furioso a los jefes, era que no iba a declarar sobre información que no vio ni investigó, algo que hizo que el abogado Alejandro Carrió lo desistiera del juicio.
Reinsertado por la fiscalía tras la declaración de Carlos Bo, justamente Ramos Rivera contradijo la declaración de Bo –un hombre señalado como cercano a Elisa Carrió, que había declarado dos audiencias antes- y reveló que él presionaba y hostigaba al equipo de inspectores de la AFIP para que encontraran “algo” en el flujo financiero de Indalo que les permitiera avanzar en una denuncia por “destino impropio”, algo que finalmente nunca pudieron hallar siguiendo los movimientos de la empresa.
“Busquen si la plata no se la llevó Cristina (Kirchner)”, dijo Ramos Rivera que era la muletilla favorita de Bo. Con eso dio a entender no solo un direccionamiento de la tarea de AFIP, sino un ensañamiento con fines políticos.
“La gente de fiscalización se sentía un poco desorientada respecto de la tarea que se le estaba pidiendo que hagan porque el problema central de Oil Combustibles era una cuestión de recaudación de planes de pago que no tiene nada que ver con el área de fiscalización”, señaló Ramos Rivera.
En esa línea, el exfuncionario de AIFP agregó que “tengo escuchado que él (Bo) participó en lo que fue la generación de un informe inicial en donde se describió la situación de Oil Combustibles, y después esta injerencia de manera indirecta en las inspecciones a través del consejo que daba con el aval de las autoridades”.
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