27 de diciembre 2006 - 00:00

Pasea Kirchner a Scioli ante "reverencias" del obediente PJ

Cristina de Kirchner
Cristina de Kirchner
En Francisco Solano, zona cruda de Quilmes, en el conurbano profundo, Néstor Kirchner ejecutará hoy su anteúltimo ejercicio político del año: en tierra peronista, rodeado de los caciques PJ del conurbano y escoltado por Daniel Scioli, «su» candidato para la provincia.

A modo de anticipo, como gesto o provocación, Kirchner usará un escenario en Quilmes -dominio de Aníbal Fernández, frustrado pero obstinado pretendiente para la gobernación-para protagonizar con Scioli un informal lanzamiento de la postulación del vice.

Quizá en un dèja vu, Fernández volvió el viernes a desempolvar su aspiración. «Soy más candidato que nunca» dijo por radio como si no existiese la orden expresa pero no pública de Kirchner de respaldar a Scioli para bloquear a Mauricio Macri en la provincia.

  • Reverencias

  • El punto es que justamente en Quilmes, patio trasero del candidato que no fue, Kirchner hará desfilar a todo el peronismo del sur del Gran Buenos Aires para que rinda pleitesía a su última «genialidad»: la mutación de su vice en su gerente bonaerense.

    Felipe Solá y Fernández, hasta hace poco embarcados en una puja sangrienta, observan ahora cómo las reverencias apuntan a Scioli y, más doloroso aún, cómo sus lugartenientes deciden ir por cuenta propia a ofrecerle sus servicios políticos al vicepresidente.

    De esas mezquindades y pequeñeces también se alimenta el peronismo que, una vez más, se muestra detrás de Kirchner y barre debajo de la alfombra sus diferencias. ¿O en Quilmes, como ocurrió en Lomas de Zamora, habrá reproches entre Sergio Villordo y «Barba» Gutiérrez?

    Por lo pronto estarán todos juntos: los intendentes que invita Julio Pereyra como ordenador del conurbano, los «Sin Techo» -entre ellos Gutiérrez, que se anota para pelear la alcaldía quilmeñaque congrega Edgardo Depetri y los piqueteros en su diversos formatos.

    Habrá que poner especial cuidado a las vecindades en el acto en Solano: hace menos de un mes, en Quilmes una diferencia entre jefes gremiales de la UOCRA local terminó con disturbios y un apuñalado.

    También, claro, Solá con un oído en La Plata a la espera de que le informen si, como espera, el peronismo y el kirchnerismo aceptan votar su proyecto de Presupuesto para 2007 más allá del volumen del déficit. Sigilosamente, Scioli también estará atento a ese hecho.

    Más temprano, con pompa institucional, el patagónico se mostrará con su vice en el ceremonia de ascensos de las FF.AA. Como para muchos sectores, entre los uniformados el vice supo ser un remanso frente a los arrebatos de Kirchner. ¿Lo seguirá siendo ahora?

  • Diferencia

    Mañana, en tanto, tiene otro show en la Casa Rosada: un homenaje a Héctor Cámpora, ceremonia que más que la anécdota de la entrega del bastón y la banda que usó el ex presidente a Kirchner, se perfila como un dato no menor la vindicación del camporismo.

    A diferencia de años anteriores en que extendía su estadía en Santa Cruz durante todo el período de fiestas, esta vez -en la semana corta por los asuetos que el mismo dictó, Kirchner concentra hechos de impacto para coronar el año y anticipar 2007.

    El recreo se posterga para enero: antes del fin de semana, el Presidente partirá al Sur de donde regresaría recién después de Reyes.
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