27 de noviembre 2019 - 00:00

Senado: kirchnerismo floreó quorum 10-D y vota autoridades ante dudas en el macrismo

El Frente de Todos mostró ayer una mayoría absoluta propia que avalará, sin chistar, todo lo que envíe Alberto Fernández. Abrazo de oso a santiagueños y misioneros. Trifulca radical entre los gobernadores de Jujuy y Mendoza, Gerardo Morales y Alfredo Cornejo, respectivamente, demora definiciones en el Congreso. Desayuno clave para destrabar bloqueo. Eje camporismo-massismo opera a diestra y siniestra para mostrar sintonía fina en Diputados.

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Foto: NA

El renovado kirchnerismo votará hoy a las futuras autoridades del Senado, tras mostrar ayer el bloque unificado de camporistas y peronistas que tendrán quorum y mayoría absoluta propia -no los dos tercios- para aceptar, sin chistar, todo lo que ordene Alberto Fernández desde el 10 de diciembre próximo.

Un escenario por ahora distinto se da en Diputados, donde camporistas y massistas operan a diestra y siniestra -a través de voceros extraoficiales- para mostrarse en sintonía con el Senado, ante un panorama más complejo y que aún no se despeja de manera formal -como ocurrió ayer en la Cámara alta, con la foto unificadora- por la paridad que habrá con lo que será la futura oposición.

Sin embargo, las dudas en Diputados se olvidarán durante los primeros seis meses de la gestión de Alberto Fernández tras el acompañamiento prometido por legisladores silvestres y de un puñado de bloques provinciales a la hora del quorum y votos, tal como contó la semana pasada Ámbito Financiero. De hecho, en la noche del 27 de octubre pasado, el kirchnerismo ya contaba al menos 120 voluntades, y en los próximos días terminará de cerrar acuerdos para buscar la primera minoría.

El Senado realizará hoy la jura de los 24 legisladores electos el 27 de octubre pasado. Durante el convite también se nombrará como titular provisional de la Cámara alta -segundo en la escala de sucesión presidencial- a la exgobernadora santiagueña Claudia Ledesma Abdala, una de las ingresantes.

Ledesma Abdala, de pobre desempeño como diputada desde 2017, es una de las dos patas del poderoso matrimonio que conforma con el actual gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora. De hecho, lo sucedió en la provincia en 2013 cuando el actual mandatario quiso arrollar la Constitución local para ir por la re-reelección. La Corte Suprema de Justicia lo frenó.

Declarada “fanática” de Cristina de Kirchner -según confió su entorno a este diario-, Ledesma Abdala ocupará un cargo que también gozó su marido durante parte del último mandato del Frente para la Victoria en el Ejecutivo, cuando el dueño del Senado era el hoy apresado Amado Boudou.

El abrazo a santiagueños también llegó a los misioneros: Maurice Closs será el vicepresidente segundo, tras largos años del Frente Renovador de la Concordia sin aceptar bloques unificados.

En un abrir y cerrar de ojos, dicho espacio pasó de guiños constantes al macrismo en el Congreso -millonadas en el medio a favor del distrito- a ponerse la camiseta oficial del kirchnerismo.

Desde el Frente Renovador retuvieron el poder provincial meses atrás gracias a la pésima campaña del macrista -y también senador- Humberto Schiavoni, cuya única preocupación durante el año fue la interna para que su hermano quede como candidato a diputado nacional. Lo logró y ahora habrá dos Schiavoni en el Congreso.

La Secretaría Administrativa del Senado -la jugosa caja- quedaría para la militante camporista y legisladora provincial electa de La Pampa María Luz Alonso, quien estuvo como autoridad de la Cámara de Diputados que comanda el peronista con témpera PRO -hoy acuarela-, Emilio Monzó. Bajo la estructura de la Secretaría de Coordinación Operativa de la Cámara baja manejó personal y presupuesto propio.

En tanto, a la Secretaría Parlamentaria irá el experimentado legislador ultra K Marcelo Fuentes, quien mantuvo las riendas del cristinismo en el Senado desde la separación con el PJ, a fines de 2017.

La estructura de poder de Cristina de Kirchner se cierra con la bancada unificada del Frente de Todos que se mostró ayer en el Senado, y que estará manejada por el “peronista” José Mayans (Formosa) y la filosa camporista Anabel Fernández Sagasti (Mendoza). Horas antes, el efímero jefe del justicialismo en la Cámara alta, Carlos Caserio, realizó una nueva voltereta: tras anunciar que estaba a punto de aceptar el cargo en el Ejecutivo ofrecido la semana pasada por Alberto Fernández -lo sacaron fácil de su lugar-, sembró dudas en cuanto a su aceptación.

Más dudas

La falta de definición en Juntos por el Cambio se da por un mix de desencuentros entre radicales y macristas puros, cada uno por su lado. Los primeros se encuentran en estado de ebullición tras la guerra que mantienen desde hace 15 días los gobernadores de Jujuy y Mendoza, Gerardo Morales -el más peronista de los radicales- y Alfredo Cornejo, respectivamente.

Cornejo es diputado electo y puja -con pocas chances- la jefatura de bloque que ya saborea el cordobés Mario Negri. La lucha en el Senado es peor, ya que el escenario es más parejo entre ambos sectores, pese a la ambición del formoseño correcto Luis Naidenoff.

Se espera que un desayuno durante la mañana de hoy entre los principales sectores evite la continuidad de la trifulca y acelere las definiciones en el Congreso. Si no, Juntos por el Cambio -el Pro también tiene sus problemas en Diputados- evitaría designar a las autoridades que le corresponderán en el Senado por ser el principal bloque opositor desde el 10-12 y dejarán esos espacios en “reserva”.

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