Mauricio Macri reapareció ayer en escena, tras diez días de estada en China, augurando que si no se soluciona el conflicto con el campo, se llegará a una crisis como la de 2001. Insistió, además, con que «el espacio público no se negocia» para indicar que seguirá la pelea judicial -y la municipal- contra el armado de carpas en la Plaza del Congreso. Aseguró, además, que en este ballottage de manifestaciones, el campo aún no le solicitó permiso para levantar la tienda «verde» y acusó a dos jueces que autorizaron campamentos de tener complicidad con ese tipo de protestas.
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Para el jefe porteño, el Senado debe modificar la ley de retenciones que aprobaron los diputados, debate que siguió desde el exterior. Cree Macri que de ratificarse la ley de Diputados, no se soluciona el conflicto que a sus ojos dejaría al gobierno en una grave situación como la que provocó la renuncia de Fernando de la Rúa hace siete años.
Macri llegó más que entusiasmado con el progreso de las ciudades chinas que visitó, entre ellas Shanghai, donde se construyen 400 kilómetros de subtes por año, según contó, deslumbrado, cuando en la ciudad aún no se ha licitado una sola estación nueva más allá de los proyectos (ver vinculada).
Toda esa muestra de fascinación, que transmitió ayer en una conferencia de prensa en la sede de la comuna, decayó cuando se lo consultó sobre los temas locales.
Sobre la sanción de la ley de retenciones opinó que «el debate fue positivo, pero no así el resultado, que fue negativo, no soluciona el conflicto» y manifestó su deseo acerca de que los senadores cambien el proyecto a favor del sector agropecuario.
Por un lado, el jefe porteño consideró que la marcha del campo, planificada para el próximo martes, «si es masiva va a afectar el espacio público de los vecinos por esas horas» y comentó que por eso los organizadores «nos están consultando para ver cómo se realiza». Se quejó, además, por la instalación de las carpas y dijo que «ni en chino se entiende cómo el gobierno nacional hace actuar a la Policía en un lugar (por la Plaza de Mayo) y no en otro a diez cuadras». Admitió que los nuevos emplazamientos no están autorizados y se conformó, en esa pelea, con seguir la vía judicial, donde el Gobierno porteño apeló dos decisiones a favor de los manifestantes kirchneristas.
Para Macri sigue siendo «autoritaria y arbitraria» la instalación del camping en Congreso que, según él, se realizó «con la complicidad de los dos jueces que las autorizaron».
«Esperemos que el Senado encuentre una solución que no sea ratificar la Resolución 125, que se solucione este conflicto porque el mundo no entiende cómo no exportamos y producimos más alimentos», reflexionó el jefe porteño. «Tenemos que exportar más. Le mienten a la gente cuando le dicen que no hay que exportar», protestó el jefe comunal.
Pidió entonces que se «baje el nivel de conflicto que hay en la sociedad», porque «por ese camino lo único que se va a lograr es una crisis como la anterior».
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