Sergio Massa, Julio De Vido, Jorge Taiana, Alberto Balestrini, José Pampuro, Florencio Randazzo y Alicia Kirchner (arriba) Carlos Melconian, Francisco De Narváez, Juan Carlos Blumberg, Martha Maffei, y Jorge Macri (abajo).
Felipe Solá se desplomó, y con él, Néstor Kirchner fulminó ayer a su mejor candidato. Eso, al menos, rezan las encuestas que otorgan al gobernador niveles de adhesión de 42% lejos, escandalosamente lejos, de cualquier otro aspirante K, excepto Cristina y Alicia Kirchner. Pero, ¿quién cree hoy en las encuestas?
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Con Solá mancado, Kirchner deberá sumergirse en un ejercicio tortuoso: encontrar un dirigente para ganar y, más difícil, gobernar la provincia. Para esa butaca hay varios anotados pero ¿tiene el patagónico una idea de cómo jugará sus cartas?
El escenario presenta múltiples variables, aunque todo indica que hasta marzo del año próximo el Presidente no definirá ninguna candidatura:
Hasta ahora, se había establecido una trilogía de facto entre los que pretendían competir por el oficialismo: Solá, José Pampuro y Aníbal Fernández. Caído el gobernador, la pulseada se concentra en los dos sobrevivientes: el senador y el ministro, los dos hombres del PJ, herederos del duhaldismo, barones del conurbano profundo, adiestrados al calor del ex presidente y luego convertidos al pingüinismo. Aníbal F. y Pampuro festejaron ayer el despiste de Solá, quien mira con ojos diferentes a uno y a otro: juró venganza contra el quilmeño mientras al «Pepe» de Lanús lo considera, siquiera por descarte. Es más: como este diario publicó antes, Solá llegó a plantear que si su reelección no salía, Pampuro era su «plan B».
¿Sobrevivirán Aníbal y Pampuro hasta octubre de 2007? Esa pregunta rondaba ayer a kirchneristas del PJ, otros ligados a Solá y a otros muy próximos a Kirchner. Mientras en algunos rincones se plantea que el escenario se divide entre el quilmeño y el senador, otras voces advierten que ninguno de los dos será, finalmente, el elegido de Kirchner. ¿Certezas? Ninguna, claro, más que la intuición y ciertos comentarios del Presidente respecto de que necesita «a un hombre propio» y «no contaminado» en la provincia. Es la teoría de que Kirchner, afectado por Misiones y San Vicente, buscará dar un golpe de impacto que aliente el supuesto de «renovación» que, con 20 años en cargos públicos, no aportarían ni Fernández ni Pampuro.
Sobre esa premisa, se manotea la hipótesis del «K ultra puro» que incluye a la esposa Cristina, la hermana Alicia y el ministro Julio De Vido. Con la primera dama se amenazó tanto como se la negó para la provincia; Alicia tiene problemas catastrales: nació en Santa Cruz y vive en Capital Federal. Con ambas, Kirchner debería enfrentar las críticas por nepotismo. A De Vido, como este diario lo contó la semana pasada, se lo menciona en círculos del PJ pero tiene el ropaje de un jugueteo.
Si no es ninguno de los dos anotados -Fernández y Pampuro-, tampoco un ultrakirchnerista -Cristina, Alicia o De Vido-: ¿quién representará a Kirchner en la provincia en octubre de 2007? Aparece, una vez más, la categoría del «tapado» que, sin embargo, tiene nombre; o nombres. Conjugado con el planteo de necesidad de renovación y lealtad a Kirchner, desde varias tribus K volvieron a prenderle velas al canciller Jorge Taiana. A su lado, recurren al previsible: «Está concentrado en la gestión» que en lenguaje político debe traducirse como deseo no explícito. Como «tapados» aparecen, también, nombres más previsibles,que esperan un resquiciopara apostar su suerte: Sergio-Massa y Alberto Balestrini.En un escalón más abajo, aparecen Carlos Mosse y el intendente de La Plata, Julio Alak, que ayer anunció que a fin de mes lanzará su precandidatura a gobernador. ¿Debe anotarse a José María Díaz Bancalari? Ayer, el nicoleño aplacó la furia que mostraba hace 72 horas contra Solá. «No hay nada que festejar: no hay ganadores ni perdedores», dijo anoche, en la cumbre del peronismo bonaerense.
Solá sale de la grilla pero el felipismo tiene pretensiones de continuidad. El gobernador logró nuclear a sectores y actores diversos y en algunos casos antagónicos. ¿Quién se quedará con el posfelipismo? El primer nombre que surge es el del ministro de Gobierno, Florencio Randazzo, que era candidato hasta que apareció la opción de reelección de Solá. Ayer, el hombre de Chivilcoy volvió a soñar con medallas. Pero en la carpa felipista no está solo: también el ministro de Seguridad, León Arslanian, alienta alguna pretensión y hasta sondeó sigilosamente a caciques piqueteros sobre una eventual candidatura suya a la gobernación. ¿ Permanecerá unido el felipismo? No parece fácil: hay enemistades duras como la que separa a Emilio Pérsico, jefe del Movimiento Evita, de Randazzo o a este ministro de Arslanian. ¿O acaso el ministro de Seguridad no hizo circular la versión de que se reunificarían Seguridad y Justicia en un mismo ministerio y que Eduardo Di Rocco -que ayer acompañó a Solá a la Casa Rosada cuando éste fue a anunciar que se bajaba de la reelección- reemplazaría a Randazzo en Gobierno? Sin la zanahoria de otro mandato de Solá, ese bloque empezó a crujir.
Kirchner se quedó sin Solá, el único que hasta ahora se imponía -en las encuestas- a Juan Carlos Blumberg. Falta, claro, mucho tiempo para la votación pero el ingeniero se ilusiona con convertirse en un Piña bonaerense, para lo que tendrían que desistir los demás candidatos de la oposición, entre los que figuran el peronista disidente Francisco de Narváez, Jorge Macri del PRO, el economista Carlos Melconian y, aunque todavía no se oficializó, Martha Maffei por el ARI.
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